Educación. Ugt, preocupada por que la crisis perjudique a la lucha contra el fracaso escolar

La Federación Estatal de Trabajadores de la Enseñanza (FETE) de UGT aseguró este martes compartir la mayoría de "los puntos de vista planteados por la comisaria europea de Educación, Androulla Vassiliou", al presentar la nueva estrategia comunitaria para reducir el abandono escolar en la UE al 10% en 2020.
Según el sindicato, Vassiliou denunció el riesgo de que los recortes en educación retrasen este objetivo, algo que FETE-UGT "denuncia desde hace tiempo".
A su juicio, "los graves recortes económicos que se están produciendo en la educación de nuestro país y que en 2011 ascenderán a cerca de 1.800 millones de euros" pueden perjudicar el Plan que el Ejecutivo y las Comunidades Autónomas aprobaron en 2008, dirigido a reducir el fracaso escolar al 15% con vistas a 2012.
Esta reducción obedece tanto al ahorro de las autonomías como del gobierno central, apuntó FETE-UGT, y advirtió sobre "el freno y la dificultad para alcanzar ese objetivo del 15%, que todavía está por encima del 10% propuesto por la comisión".
Asimismo recordó que el abandono escolar en España ronda el 31,2%, sólo por debajo de Malta y Portugal, y que un total de siete países comunitarios ya han conseguido niveles inferiores al 10%".
"Asuntos como la detección precoz de las dificultades, la atención educativa, el seguimiento de estudiantes en riesgo de abandono o la provisión de recursos de apoyo no deben sufrir las consecuencias de la crisis económica", apuntó, "puesto que los problemas sociales y educativos que están tras ellos no harán más que agrandarse y supondrán un freno para el desarrollo del país", destacó el sindicato.
FETE-UGT aseveró además que muchas propuestas de la comisión coinciden con las medidas que esta formación defiende, y como ejemplo citó el acceso temprano a una educación infantil de calidad y la flexibilización de las enseñanzas postobligatorias.
En su opinión, convendría que el Bachillerato se pudiese cursar en tres años, para que aquellos alumnos que no puedan seguir el ritmo convencional realicen esta etapa a su ritmo.
"De ese modo se lograría un mayor número de personas que se incorporan al mundo del trabajo con una mejor preparación académica", afirmó.
Por último, defendió la conveniencia de destinar más recursos allí donde más se necesitan, realizar trabajo social fuera del recinto escolar con sectores desfavorecidos y poner en marcha programas para reenganchar a alumnos que abandonaron el sistema educativo.