El abad de Montserrat cree que la crisis la mueven los fondos de especulación

  • El abad de Montserrat, Josep María Soler, denuncia que detrás de la crisis hay "gente sin rostro" que "no ha sido elegida democráticamente por nadie" y que mueve los fondos de especulación con los que "marcan las grandes líneas de la economía y por lo tanto de la política".

Barcelona, 10 jun.- El abad de Montserrat, Josep María Soler, denuncia que detrás de la crisis hay "gente sin rostro" que "no ha sido elegida democráticamente por nadie" y que mueve los fondos de especulación con los que "marcan las grandes líneas de la economía y por lo tanto de la política".

En una entrevista que publica el boletín "Crit Solidari", que edita el equipo de la pastoral obrera del obispado de Sant Feliu de Llobregat, el abad de la comunidad benedictina de Montserrat confía en que esta crisis "sea una ocasión para encontrar una sociedad más justa y solidaria".

El monje benedictino cree que "el problema es cómo llegar a los que realmente mueven los fondos de especulación que hay detrás de toda la crisis, cómo hacerlo para romper los canales que tienen para imponerse".

"Porque hay una guerra soterrada entre intereses muy poco transparentes ante los que los gobiernos son impotentes", ha explicado.

Según Josep María Soler, "hay unas personas que no han sido elegidas democráticamente por nadie que marcan las grandes líneas de la economía y por lo tanto de la política. Toda la gente que sufre a causa de la crisis, y de los recortes, en el fondo es a causa de esta gente sin rostro".

Respecto a las personas inmigradas, uno de los colectivos que más está sufriendo la crisis, el abad de Montserrat opina que "tienen los mismos derechos y deberes fundamentales que nosotros y es legítimo que si en su país no encuentran un nivel de vida justo, lo busquen en otro lugar".

"Por tanto, yo creo que aquí no se les puede marginar, ni dejar como ciudadanos de segunda", ha añadido Soler con respecto a los inmigrantes.

Sin embargo, ante la inmigración, el abad se plantea otra cuestión: "de qué manera podemos mantener nuestra identidad como pueblo y como cultura; cómo podemos acogerlos y hasta dónde hay que respetar la diferencia. Nosotros venimos de una tradición cristiana".

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