El artificiero del atentado terrorista de Bali condenado a 20 años de cárcel

  • El artificiero del grupo terrorista Yemaa Islamiya, Umar Patek, fue condenado hoy por un tribunal indonesio a la pena de 20 años de cárcel por su implicación en el atentado perpetrado en 2002 en la isla de Bali, en el perdieron la vida 202 personas.

Paula Regueira Leal

Yakarta, 21 jun.- El artificiero del grupo terrorista Yemaa Islamiya, Umar Patek, fue condenado hoy por un tribunal indonesio a la pena de 20 años de cárcel por su implicación en el atentado perpetrado en 2002 en la isla de Bali, en el perdieron la vida 202 personas.

Patek es el último los miembros de la célula terrorista detenido durante la operación antiterrorista internacional puesta en marcha tras el atentado, el mayor de los cometidos por este grupo considerado el eslabón de Al Qaeda en el sudeste de Asia.

El tribunal del distrito oeste de Yakarta declaró a Patek, de 45 años, culpable de terrorismo, según el veredicto pronunciado por un panel formado por cinco jueces.

"Condenamos a Umar Patek a 20 años de cárcel", dijo el magistrado jefe Encep Yuliardi.

Los magistrados consideraron probado que Patek mezcló los productos químicos que contenían las dos bombas colocadas en sendos lugares de diversión nocturna de Bali, así como los que se emplearon para crear las 13 cargas explosivas con las que la Yemaa Islamiya atentó contra iglesias cristianas la víspera de Navidad de 2000.

Las dos potentes bombas estallaron la noche del 12 octubre de 2002 en el bar Paddys y la discoteca Sari Club de la localidad de Kuta, y segaron la vida de 202 personas procedentes de un total de 21 países, entre ellas 88 de Australia y 32 de Indonesia.

Cerca de 300 policías, incluidos varios armados con carabinas de precisión, fueron desplegados alrededor del edificio del tribunal del distrito oeste de Yakarta, donde se celebró una última vista de más de once horas de duración.

A lo largo de la sesión, durante la que los jueces leyeron unas 270 páginas que contenían su argumentación y declaraciones de personas que testificaron a lo largo el juicio, el acusado permaneció callado y tranquilo, e incluso a ratos se quedó dormido en el banquillo.

Durante una de las vistas de juicio que empezó el pasado febrero, Patek admitió haber mezclado los productos químicos para las bombas empleadas en Bali, aunque negó su participación en la ejecución del atentado.

A lo largo de los cuatro meses que ha durado el juicio, Patek pidió también pidió al tribunal el "perdón" por una matanza que disparó la alarma terrorista en los países del sudeste de Asia.

La fiscalía acusó a Patek, cuya familia es de origen yemení, de asesinato premeditado y de posesión ilegal de explosivos y armas, por lo que pidió para éste la cadena perpetua al valorar que durante el juicio había dado una muestra de arrepentimiento.

La legislación penal indonesia contempla la pena de muerte por el delito de terrorismo, aunque el fiscal solicitó para Patek la cadena perpetua.

Patek fue también acusado por la fiscalía indonesia de participar en la preparación de los ataques con bomba cometidos la víspera de la Navidad de 2000 contra varias iglesias de Yakarta y que causaron 19 muertos.

Tras ocho años en búsqueda y captura, Patek fue detenido en enero del año pasado en la ciudad paquistaní de Abbottabad, la misma en la que efectivos de las fuerzas especiales estadounidenses mataron unos cuatro meses después a Osama Bin Laden, el que fuera líder de Al Qaeda y con quien aparentemente planeaba reunirse.

En 2008, fueron ejecutados en Indonesia Amrozi, Mukhlas y Imam Samudra, integrantes de la misma célula terrorista y autores directos de los atentados de Bali.

El único sospechoso que no ha sido juzgado por la matanza en la turística isla indonesia es Riduan Isamuddin, alias Hambali y considerado el jefe de operaciones de la Yemaa Islamiyah, quien tras ser detenido en Tailandia, en 2006, fue ingresado en la base militar estadounidense de Guantánamo. EFE

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