El auge de la derecha xenófoba preocupa a las comunidades judías

    • Las comunidades hebreas de España observan un peligroso avance de las expresiones xenófobas o antisemita.
    • En Francia, Dinamarca y Reino Unido, los votos a partidos de extrema derecha han superado el 20% del total.
Le Pen sigue buscando europeizar su fuerza con un grupo propio en Eurocámara
Le Pen sigue buscando europeizar su fuerza con un grupo propio en Eurocámara
Pedro García

Las elecciones europeas han repartido cerca de cien escaños entre opciones euroescépticas que recogen pensamientos políticos muy escorados a la izquierda o a la derecha, una situación que preocupa a las comunidades judías y también a los movimientos contra la intolerancia. En Francia, Dinamarca y Reino Unido, los votos a partidos de extrema derecha han superado el 20% del total y en otros países como Austria, Hungría, Finlandia o Grecia, han mejorado resultados y obtenido escaños. Estos resultados, se unen a acontecimientos violentos, como el atentado del pasado viernes en el Museo Judío de Bruselas, que costó la vida de cuatro personas.

"Yo no diría que hay un aumento de antisemitismo, yo diría que las manifestaciones de un antisemitismo latente en muchos países de Europa, cada vez se está trasladando más a actos violentos y esto es lo que nos tiene enormemente preocupados", explica elsecretario general de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), Mauricio Toledano.

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Toledano recuerda que, además de los cuatro muertos en el Museo Judío de Bruselas, al día siguiente – un día antes de las elecciones europeas – dos jóvenes judíos que salían de un rezo recibieron una paliza y fueron apuñalados en París. "Está habiendo una peligrosa traslación del odio que se publica, un fenómeno que no es nuevo en absoluto, a un hecho violento y peligroso. Esto ha ocurrido un día antes de unas elecciones donde han ascendido mucho ciertas posturas que tratan de transmitir que en Europa hay un exceso de inmigración".

Para Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, "el discurso de la xenofobia, que ha sido la bandera de todos los partidos de extrema derecha que han emergido, está apoyado en argumentos basados en el antisemitismo". Según Ibarra, estos grupos fundamentan que tanto la crisis económica como la excesiva presencia migratoria en Europa está alentada en un interés de corte sionista por destruir la identidad europea.

"Este es el discurso de partidos como Amanecer Dorado, el NPD alemán e incluso el Frente Popular de Marine Le Pen, que tiene corrientes y proponen una renacionalización profundamente antisemita. La prueba está en la falta de condena de un atentado tan tremendo que ha acabado con la vida de cuatro personas en el Museo Judío de Bruselas", dice.

No todos los partidos de extrema derecha son abiertamente antisemitas, pero hay ejemplos muy acentuados como el Jobikk húngaro, que llegó a plantear la realización de listas de judíos, alegando que el judío ponía en peligro la existencia del Estado. "En todo caso, el componente xenófobo está en todos estos partidos y cuando aparecen manifestaciones xenófobas, el odio judeófobo siempre termina por emerger. Aún así, está claro que no estamos hablando de un antisemitismo como en los años veinte, donde el odio judío era el elemento central del racismo del partido nazi.

Ahora, la bandera es el inmigrante e incluso el musulmán, pero no hay que olvidar que muchos de los grupos colaterales que forman las bases de estos partidos de extrema derecha siguen hablando del 'Plan Kalergi', un supuesto plan judío para destruir la identidad europea", afirma.

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En efecto, el 'Plan Kalergi' fue un plan presuntamente diseñado por Richard Nikolaus Koudenhove-Kalergi, político austríaco de origen japonés que según los grupos de extrema derecha pretendía crear una Unión Europa dominada por una élite judía mediante el plan de convertir a su población en una raza blanda y mestiza a través del multiculturalismo y la inmigración. "De ahí que estos grupos rechacen la inmigración y el mestizaje", explica Ibarra.

Para Esteban Ibarra, existe también un antisemitismo en torno al conflicto Israel-Palestina, pero este antisemitismo brota en situaciones de aumento de la conflictividad, mientras que el antisemitismo permanente y persistente que hay en internet es de carácter neonazi.El NPD alemán logra un escaño

Entre este resurgimiento de la extrema derecha en Europa resulta especialmente preocupante la aparición del Partido Nacional Democrático Alemán (NPD) que logra por primera vez en su historia representación en una institución política. Liderado por Udo Voigt, el NPD alemán ha estado siempre al borde de la ilegalidad. En varias ocasiones, el resto de las fuerzas políticas alemanas han instado a su prohibición por tratarse de un partido de corte neonazi.

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Udo Voigt fue condenado en 2012 a diez meses de cárcel por odio racial y glorificación del nazismo, aunque logró eludir la pena de prisión y regresó al partido para liderarlo en las europeas.

"Es muy preocupante que en un país como Alemania haya conseguido un escaño un país abiertamente nazi, pero tampoco es del todo novedoso porque en otras elecciones ellos u otros parecidos, ya estuvieron muy cerca. Yo esto lo adscribiría en el marco de rechazo que hay hacia la situación económica que estamos viviendo en Europa y que hace que partidos como el Frente Nacional en Francia o el Ukip en Inglaterra que se declaran no racistas pero que la mayoría de sus miembros y directivos lo son, hayan conseguido unos resultados tan sorprendentes. La insatisfacción ha trasladado el voto hacia los extremos", explica elsecretario general de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), Mauricio Toledano.

Para Esteban Ibarra, el NPDes un partido que se declara heredero de Adolf Hitler, "lo cual es muy significativo, aunque hay otros partidos que se declaran herederos del nacionalsocialismo de los años treinta. Amanecer Dorado, en Grecia, hace referencia a las formaciones de aquella época y el Jobikk húngaro también hace referencia a la guardia húngara, que fue muy célebre en aquella época en la persecución de judíos y gitanos".

Ibarra menciona incluso a Ucrania, que está fuera de la UE pero donde el crecimiento de estas opciones es espectacular, ante el silencio continuado de la UE. "En la extrema derecha hay diversidad pero entre todos ayudan a crear un clima donde surge la intolerancia. Y una de las caras más terribles de la intolerancia es el antisemitismo. Cuando avanza la intolerancia avanzan todas sus expresiones, la xenofobia, la homofobia, el racismo y por supuesto, también el antisemitismo…", advierte.¿Es una opción ilegalizar estos partidos?

Para Esteban Ibarra no hay la menor duda en que muchos de estos partidos son perfectamente ilegalizables. "Todos los que se sitúan en lo que plantea la decisión marco de derecho penal en cuanto a la incitación al odio racista, xenófobo y otras manifestaciones vinculadas a la intolerancia, deben ser ilegalizados. ¿Cuántos y cómo? Esto ya es otro debate. Pero si Europa hace leyes para proteger a las víctimas, no puede ser que miren hacia otro lado o que las instituciones sean indolentes", explica.

Para él, el conflicto en cuanto a interpretar la incitación al odio y los límites de la libertad de expresión no es tan complejo como algunos aventuran. "Yo creo que libertad de expresión no es libertad de agresión y que esta no ampara en modo alguno la injuria, la calumnia o la amenaza. La decisión marco de la UE pide en todos los países la sanción penal de la incitación al odio, quiere que figure en todos los códigos penales, aunque no todos los países lo están cumpliendo", asegura.

Mauricio Toledano, por su parte, considera muy preocupante que el voto de desencanto se haya trasladado hacia opciones que tienen poco que ver con una sociedad civilizada y democrática como la europea, aunque esto no quiere decir que haya que ilegalizar los partidos, sino más bien, sancionar sus expresiones. "En la medida de que un partido, agrupación o persona se dedique a difundir el odio, soy partidario de prohibir esas manifestaciones. A mí no me gusta prohibir, pero como decía John Stuart Mill, la libertad comienza donde empieza la del otro", asegura.

En cualquier caso, con matices en cuanto al ideario, más o menos abiertamente neonazi, más o menos refinado, Mauricio Toledano no distinguiría mucho unos movimientos de otros. "Marine Le Pen tiene un discurso más moderado que el de su padre, pero el partido es el mismo y gran parte de su masa social también. En vez de hablar de posturas antisemitas, xenófobas o racistas, el nuevo Frente Popular se declara en contra de la inmigración alegando motivos económicos. Esto puede ser más tolerable para el pueblo, pero el discurso es el mismo. De hecho, al ser más refinado, se vuelve más peligroso", concluye.

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