El botellón forma parte de la socialización del adolescente, según un experto

Bilbao, 29 sep.- El catedrático de Psicología Social de la Universidad Pablo Olavide (Sevilla), Gonzalo Musitu, ha afirmado hoy que el 'botellón' forma parte de la socialización de los adolescentes y que es un "componente más" en el proceso de construcción de su identidad.

Para hacer esta afirmación, este experto se basa en datos extraídos de un estudio propio, que indican que el 78 por ciento de los adolescentes que practican el 'botellón' solo quiere relacionarse y divertirse, y únicamente entre un 3 y un 5 por ciento participa con el ánimo de emborracharse.

Gonzalo Musitu ha pronunciado hoy la conferencia "El adolescente en sus contextos y la construcción de su identidad" durante la segunda jornada del congreso "Familias, adolescentes, drogas", que se celebra desde ayer en Bilbao, organizado por la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD).

En declaraciones a los medios de comunicación, el también profesor de las universidades de Quindío (Colombia) y Valencia ha instado al mundo adulto a "intentar afinar y no dramatizar" al hablar de la adolescencia y ha expresado su "total" discrepancia con la percepción de una adolescencia drogadicta y borracha.

"Los adultos también bebemos más cuando quedamos con amigos los fines de semana, y esto es lo que hacen nuestros hijos. Nos gustaría que no lo hicieran -ha apuntado- pero en la sociedad en la que vivimos y el escenario en el que nos movemos nadie lo puede evitar".

Se ha mostrado contrario a prohibir el 'botellón', porque, en su opinión, se seguiría practicando, y ha hecho hincapié en la educación, la información y la prevención "desde los primeros años de la vida".

"Los adolescentes que realmente se emborrachan son muy pocos -ha destacado- y en estos casos la pregunta que nos hacemos es dónde han estado sus padres".

Musitu ha destacado que el 80 por ciento de los jóvenes abandona el 'botellón' cuando termina su formación universitaria y comienza su vida laboral, aunque existe un porcentaje muy pequeño que "sigue bebiendo".

Estos jóvenes, en su mayoría, proceden de familias desestructuradas y con muchos problemas de integración laboral, que a veces tienen su origen en la escuela.

También han vivido carencias de afecto, de control y de supervisión, o han padecido problemas de violencia familiar. Estas situaciones afectan a todas las capas sociales, aunque el catedrático ha precisado que se dan más en contextos de exclusión social.

Se ha referido también a la violencia en la adolescencia y ha mantenido que las estadísticas que arrojan unas cifras de "bulling" (acoso entre iguales en el colegio) de entre el 25 ó 30 por ciento se reducen a un 5 por ciento cuando se analizan en profundidad.

"El resto -ha subrayado- corresponde a comportamientos que se han registrado siempre en la escuela a lo largo de la historia".

También ha aludido a un trabajo realizado en 2010 en España, según el cual el 7,4 por ciento de los chicos y el 7,1 de las chicas confiesan que han pegado a su pareja.

Sobre este dato, Musitu ha considerado que lo grave es que creen que esta conducta está relacionada con el amor y no con la violencia.

Este catedrático ha resaltado que los adolescentes actuales son "como eran hace 2.000 años", tal y como se desprende de los escritos de Platón y Aristóteles, y ha insistido en la importancia de elaborar un discurso positivo sobre ellos.