El cardiólogo Valentín Fuster afirma que el progreso humano exige mantener una conducta saludable

  • Santander.- El cardiólogo Valentín Fuster ha advertido hoy, en su discurso de investidura como Doctor Honoris Causa de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), de que "la visión de progreso" del ser humano sólo se resume en la promoción de una conducta saludable para mantener corazón y mente.

El cardiólogo Valentín Fuster afirma que el progreso humano exige mantener una conducta saludable
El cardiólogo Valentín Fuster afirma que el progreso humano exige mantener una conducta saludable

Santander.- El cardiólogo Valentín Fuster ha advertido hoy, en su discurso de investidura como Doctor Honoris Causa de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), de que "la visión de progreso" del ser humano sólo se resume en la promoción de una conducta saludable para mantener corazón y mente.

Porque ha asegurado que los actuales riesgos, asociados a una conducta humana basada en la competitividad y el consumismo, afectan "en directo" al corazón y a la mente.

El director del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares y Premio Príncipe de Asturias de Investigación en 1996 ha vuelto a insistir, con estas palabras, en la necesidad de que la sociedad dé un giro hacia los hábitos saludables, "forjando conductas" adecuadas desde la infancia y promoviendo la responsabilidad en la edad adulta.

Tras su investidura, que ha coincidido con el acto de inauguración oficial de los cursos de verano de la UIMP en Santander, Fuster ha reconocido que el "mundo acelerado, competitivo y consumista" es, en gran parte, el responsable de los problemas de salud del ser humano y de que la enfermedad cardiovascular sea la primera causa de mortalidad y de reducción de la calidad de vida a nivel mundial.

Fuster ha reconocido que existe "falta de educación, de liderazgo y de comunicación" para reducir el impacto de la enfermedad cardiovascular, pero el cardiólogo ha destacado, sobre todo, la "falta de responsabilidad" que a nivel individual existe para intentar mejorar salud.

"El 'A mí no me ocurrirá y, si me ocurre, moriré repentinamente y no me enteraré', es una reflexión muy lejana a la realidad", ha advertido Fuster.

En este acto, con la asistencia del rector de la UIMP, Salvador Ordóñez; el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; y el secretario general de Universidades, Marius Rubiralta, Valentín Fuster ha recordado una frase de José Saramago para reiterar la importancia de la conducta individual: "si nos paramos a pensar en las pequeñas cosas, llegaremos a entender las grandes".

Y ha afirmado que es "urgente" que se potencien estos hábitos saludables desde la infancia, como "herramienta básica para instaurar un buen nivel de prevención primaria". "La esperanza radica en educar a los niños", ha sentenciado.

En este sentido, ha recordado el programa iniciado en España con 1.200 alumnos de tres centros educativos de Cardona (Barcelona) y uno de Madrid, que ha adelantado que se extenderá a partir de octubre a 15 colegios públicos de Madrid y Cataluña.

Sin embargo, ha añadido que junto a la "oportunidad que ofrece la niñez como preparación para una edad adulta saludable", la responsabilidad del adulto es "clave" para su salud, no sólo cardiaca sino mental.

Fuster ha explicado que "estudios recientes" están demostrando que los factores de riesgo, como el tabaquismo, la falta de ejercicio o el consumo alto de calorías, que generan una enfermedad cardiovascular, llegan a provocar la degeneración cerebral o senil y ha añadido que, "posiblemente", exista "mucha relación" entre esta degeneración y el alzheimer.

De hecho, ha indicado que estudios de los últimos tres meses han demostrado que las terapias antihipertensiva, anticolesterolémica y antidiabética "pueden impactar positivamente en la función cognitiva" de los pacientes con alzheimer.

Además de sus recomendaciones médicas, en su discurso Fuster ha destacado sus diez años en la UIMP como director del seminario "Biología y salud cardiovascular aplicadas" y ha tenido un recuerdo especial a la beca que consiguió en 1961 para participar en un curso sobre Fisiología Aplicada en esta universidad.

"Este seminario decisivamente despertó mi curiosidad por una carrera científico-médica de aplicación al enfermo y su entorno", ha afirmado Fuster, quien ha confiado en haber devuelto, en sus 50 años como médico e investigador, "lo mucho" que recibió de la UIMP en su primer año de estudiante.

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