El escarabajo "de la amistad" inicia su trayecto a Alemania desde Pakistán

  • Islamabad.- Al volante de un coche escarabajo "de la amistad", decorado con las filigranas del estilo de los vistosos camiones surasiáticos, un joven alemán inició hoy la aventura de cubrir por carretera el trayecto que separa Pakistán de Alemania.

El escarabajo "de la amistad" inicia su trayecto a Alemania desde Pakistán
El escarabajo "de la amistad" inicia su trayecto a Alemania desde Pakistán

Islamabad.- Al volante de un coche escarabajo "de la amistad", decorado con las filigranas del estilo de los vistosos camiones surasiáticos, un joven alemán inició hoy la aventura de cubrir por carretera el trayecto que separa Pakistán de Alemania.

"Soy optimista, creo que tendré suerte. La mitad de mi equipaje son herramientas y piezas de recambio", explicó a Efe el sonriente Friedemar Schreiber, de 28 años, que se ha propuesto emular la hazaña que hace 40 años hizo su padre en otro Volkswagen similar.

Para conseguir este objetivo, Schreiber deberá recorrer con su viejo modelo del año 1972 una media de 300 kilómetros diarios, y pasar por países como Irán, Turquía, Grecia, Italia o Austria, hasta llegar a finales de abril a la sureña ciudad alemana de Friburgo, donde se halla su hogar, al que regresa tras un año en Pakistán.

Schreiber, más conocido como Fred, ha equipado el coche con dos sistemas solares para el funcionamiento de las luces, cargar las baterías y usar móviles y un portátil durante el viaje, aprovechando su experiencia como experto integrado en un laboratorio de energía solar del Ministerio paquistaní de Ciencia y Tecnología.

Fred dijo no tener miedo, aunque es consciente de la posibilidad de sufrir un secuestro, algo no extraño en la zona por la que transcurre la primera parte de su trayecto.

Para ahuyentar las amenazas, Fred lleva un amuleto en su coche "de la amistad germano-paquistaní", que es una auténtica pieza de museo decorada con cadenas, reflectores y dibujos de águilas, tigres, camellos o monumentos típicos de Pakistán, como la mezquita Faisal de Islamabad.

"¿Si otras personas han conseguido hacer un viaje similar, por qué no yo?", dijo, recordando la experiencia de un francés que meses atrás llevó a cabo un itinerario parecido hacia su país de origen con otro escarabajo.

Los preparativos no han sido nada fáciles para Fred, quien ha sufrido gestiones "eternas" para la tramitación de visado, autorizaciones de viaje o el permiso de exportación y carné de pasaje para el vehículo.

El joven alemán dijo haber necesitado mucha paciencia, e incluso tuvo que abortar su objetivo inicial, que era viajar a lo largo de la costa de la inestable provincia suroccidental paquistaní de Baluchistán.

Ahora tendrá que recoger el escarabajo en la localidad baluchi de Taftán, adonde el auto llegará cargado en un tren, y desde allí cruzará Fred la frontera hacia Irán, desde donde ya no se despegará del volante.

No son pocos los extranjeros que aprovechan para adquirir un escarabajo durante su estancia en Pakistán, un país donde renovar un antiguo modelo de la marca alemana es muy sencillo y barato.

"El auto me costó, con un motor nuevo, 160.000 rupias (unos 1.880 dólares), mientras que la renovación, pintura y decoración salió por otras 60.000 rupias (700 dólares)", explicó el joven germano.

Fred se declara apasionado de los "escarabajos", un coche -dijo- "seguro, cuya forma es preciosa y que puede conducir cualquiera".

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