El expresidente de Alemania se separa de su mujer un año después de dimitir

Berlín, 7 ene.- El expresidente de Alemania Christian Wulff se ha separado de su esposa casi un año después de presentar su dimisión como máxima autoridad germana por un escándalo de influencias, según revela hoy la edición digital del tabloide "Bild".

Añade que Christian Wulff, de 53 años de edad, y su esposa Bettina, de 39 años, han suscrito hoy en un despacho de abogados de Hannover, en el norte del país, un documento de separación de mutuo acuerdo.

Ambos habían sido considerados durante años como la pareja modélica de Alemania, aunque, según el rotativo, el escándalo que condujo a la dimisión del máximo mandatario alemán ha acabado minando la relación.

Además revela que Christian Wulff abandonó el hogar familiar, un chalet en la localidad de Grossburgwedel, junto a Hannover, el pasado viernes y ocupa desde entonces un apartamento en la capital del estado de la Baja Sajonia.

Precisamente la compra de esa casa desató el escándalo que condujo a la dimisión de Wulff como presidente de Alemania, ya que ocultó que gran parte de su financiación fue posible por un crédito privado que le concedió una pareja de amigos multimillonarios.

En declaraciones al rotativo, un amigo de la pareja señala, bajo condición de anonimato, que el escándalo de influencias, con la investigación abierta por la justicia, la intervención de fiscales y los registros realizados, han acabado socavando la relación de los Wulff.

La antigua primera dama alemana reconoció ya los problemas matrimoniales derivados del escándalo de influencias en su libro "Mas allá del protocolo", que publicó el pasado septiembre y en el que escribía que su marido había necesitado ayuda psicológica.

Christian y Bettina Wulff, que tienen un hijo en común de cuatro años y otro de ocho de una pareja anterior de ella, iniciaron su relación hace seis años, cuando él era el primer ministro del estado federado de la Baja Sajonia.