El Gobierno respalda a Wert ante el rechazo a su política de becas

Madrid, 21 jun.- La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado hoy que el ministro de Educación, José Ignacio Wert, tiene "el respaldo" del Gobierno y de muchos españoles, padres y profesores en la reforma educativa, ante las críticas que ha suscitado su política de becas.

"Si hay un consenso generalizado de que algo no funciona en España, y anda que no tenemos cosas, ésta es una", ha confesado la dirigente del Ejecutivo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Sáenz de Santamaría ha dicho que comprendía que "cada sector implicado defienda su propio interés", pero ha advertido de que el Gobierno "trata de servir a un interés de conjunto, que es el interés general de los españoles".

La vicepresidenta ha hecho hincapié en que no había encontrado "ningún argumento práctico, no digo ideológico", para no cambiar un sistema que "no funciona", y en el que el gasto "está por encima de la media", pero el resultado "está muy por debajo".

Como ejemplo, ha apuntado España está en el puesto 18 de 24 países en niveles de lectura, que tiene un fracaso escolar de más del 30 % y que el 40 % de los alumnos repiten. "No me conformo ni para España ni para mis hijos con esos índices", ha aseverado.

Esta situación, a su juicio, condena "a esa gente a que no tenga un empleo peor ahora, sino a que lo tenga peor toda su vida", junto con "mayores dificultades".

También se ha referido a las lenguas extranjeras, pues "todos los padres andan preocupados" de que sus hijos hablen inglés, otra de las cuestiones que necesitan reformas, junto con el clima en las aulas y la autoridad que se da al profesorado.

Según Sáenz de Santamaría, "luego puede haber visiones del problema cada uno desde su óptica", si bien está claro que existe un "consenso generalizado" de que "en la educación en España, nunca hemos dado con la tecla".

"Nosotros queremos dar con la tecla desde un punto de vista no ideológico, sino desde una aproximación a la calidad de la educación", ha remachado.

La vicepresidenta ha criticado a quienes están quejándose de que el actual modelo no es operativo, pero "cuando alguien se pone a cambiarlo", se encuentra con el rechazo, algo que no va a impedir que "el señor ministro" deje de hacer "lo que es su obligación", que es "tratar de hacer una buena ley".