El irb de barcelona crea una mosca para estudiar cómo una célula normal se trasforma en tumoral


El Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB) ha creado una mosca para estudiar cómo una célula normal se transforma en tumoral y demostrar la correlación entre inestabilidad genómica y cáncer.
El investigador Marco Milán, miembro del grupo de científicos encargados de realizar el trabajo, afirmó que “en el ala de la mosca podría estar la llave para dilucidar a nivel genético y molecular cada uno de los eventos que transforman una célula normal en tumoral”.
Asimismo, manifestó que “los resultados obtenidos en la mosca podrían convertirse en motor para que se investigue en modelos más cercanos a la clínica”.
Milán también expuso que en este estudio “hay algo más profundo, hay un debate conceptual fundamental, porque nunca antes se habían descrito los fenómenos ligados a la inestabilidad genómica que muestran todos los cánceres humanos. Por lo tanto, si se demuestra esa correlación directa, tendremos algo muy específico con lo que trabajar para encontrar dianas precisas, porque las células aneuploides (cromosomas que no entran el núcleo de la célula) no existen en un organismo sano. Si empezamos a buscar lo que diferencia a una célula con inestabilidad genómica de una célula normal, podrían proponerse tratamientos específicos”.
Por su parte, el primer autor del artículo publicado en la revista estadounidense 'Proceedings of the National Academy of Sciences', donde se avanzan los datos del estudio, el científico Andrés Dekanty, explicó que “por primera vez disponemos de un modelo genético que nos permitirá entender los eventos que van desde la acumulación de aberraciones genómicas de una célula al comportamiento tumoral".
Además, Dekanty señaló que “el equipo de investigadores provocó inestabilidad en algunas células del ala de la mosca que permitieron que esas células con un número de cromosomas aberrantes (células aneuploides) no sucumbieran ante los mecanismos naturales de autodefensa celular, y sobrevivieran”.
“A partir de ahí, se observó que las células se desprendían del tejido, adquirían capacidad de movimiento, activaban el crecimiento anormal de las células colindantes, degradaban la membrana basal que las mantenía en su sitio escapando del tejido, e incluso eran capaces de invadir tejidos vecinos”, agregó.
El científico concluyó que “todos estos eventos son paralelos a lo observado en un cáncer, así que este modelo de mosca nos serviría para describir cada uno de los genes y moléculas involucrados en desprendimiento del tejido epitelial, motilidad, crecimiento anormal, degradación de la membrana basal e invasión”.

Mostrar comentarios