Badalona (Barcelona).- El Plan director del Museo del Cómic y la Ilustración de Cataluña (MCIC) prevé convertir el centro, que se ubicará en la antigua fábrica CACI de Badalona, en un espacio de referencia internacional en su ámbito.
Este es uno de los objetivos previstos en el convenio firmado esta mañana por el conseller de Cultura y Medios de Comunicación, Joan Manuel Tresserras, y el alcalde de Badalona, Jordi Serra, en otro emplazamiento emblemático situado a escasos metros de la CACI, la fábrica de Anís del Mono.
Joan Manuel Tresserras ha asegurado que el MCIC dinamizará el sector del cómic en Cataluña, que factura un 90% del total de ventas de España, y se concibe como un centro de "nueva generación que respeta el patrimonio y la tradición pero que también se orienta al estímulo del sector en todas sus vertientes".
Badalona se impuso a Sitges, L'Hospitalet de Llobregat y Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), que también aspiraban a albergar el futuro museo, presentando un espacio emblemático como es la antigua fábrica CACI, construida en 1899 para confeccionar cuellos de camisa.
Este gran espacio, con una superficie de unos 4.000 metros cuadrados, obra del arquitecto Jaume Botey, está situado en la fachada marítima de Badalona, al lado del nuevo puerto deportivo, y se ha convertido en una de las obras emblemáticas de la época industrial y del Modernismo de Badalona.
El MCIC estará muy bien conectado con Barcelona gracias al metro, al tren e incluso al tranvía que, según ha informado el Ayuntamiento de Badalona durante la presentación del Plan director, podría llegar hasta las futuras instalaciones.
La degradación del edificio, abandonado desde finales de los 70, ha obligado al ayuntamiento a destinar 3,5 millones de euros procedentes de los fondos del Plan E para rehabilitar el edificio y facilitar la construcción del museo.
Esta primera rehabilitación durará un año y pondrá fin a más de una década de especulaciones sobre el uso de esta infraestructura, en la que se había especulado con la posibilidad de instalar un centro de estudios intensivos de postgrado y una residencia para estudiantes de la Universidad de Barcelona.
Los ocho millones restantes para completar el proyecto, los aportará la Generalitat, que destinará tres millones de euros anuales para el museo, una vez entre en funcionamiento en 2012.
El Plan director destaca que el centro no sólo reunirá obras publicadas por autores catalanes y editoriales del país, sino que también acogerá obras de artistas reconocidos en todo el mundo y "creará su colección basándose en la adquisición, la conservación y la documentación e investigación", ha añadido Tresserras.
En el museo habrá una exposición permanente, centrada en la evolución de la ilustración y el cómic, además de tres exposiciones temporales que mostrarán aspectos concretos de la colección.
Joan Manuel Tresserras considera necesario un museo dedicado a este ámbito porque "alrededor de la tradición del cómic y la ilustración se despliegan un conjunto de habilidades y lenguajes expresivos que son centrales en la etapa global y posmoderna".
El proyecto forma parte del Plan de Museos de Cataluña, presentado hace dos años y prevé la reordenación de los museos catalanes con el objetivo de mejorar la calidad de los centros y coordinar las políticas de los museos catalanes.
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