El narcotráfico se fortalece en Centroamérica por la debilidad de los Estados

  • Viena.- La escasez de recursos de las autoridades nacionales ante el poder económico de las redes de narcotráfico está provocando un aumento de la corrupción y de la violencia en Centroamérica.

Colombia es aún el mayor suministrador de cocaína, pese a bajar la producción
Colombia es aún el mayor suministrador de cocaína, pese a bajar la producción

Viena.- La escasez de recursos de las autoridades nacionales ante el poder económico de las redes de narcotráfico está provocando un aumento de la corrupción y de la violencia en Centroamérica.

Así se describe la situación en Centroamérica en el informe de 2010 sobre las drogas y el narcotráfico, publicado hoy por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).

Este organismo autónomo de las Naciones Unidas se refiere a la dificultas de los gobiernos para luchar contra el tráfico de drogas y compara "la corrupción endémica, la pobreza generalizada y las elevadas tasas de desempleo" con las ingentes cantidades de dinero que mueven los narcotraficantes.

De hecho, las ganancias de los carteles de la droga son tan grandes que, según la JIFE, superan en algunos casos el valor de toda la economía de los países que se usan como escala en el transporte de la droga desde México y Sudamérica hacia EEUU.

Esto, alerta el organismo, pone en peligro "la seguridad y la estabilidad política del Estado".

Esa ingente cantidad de dinero se ha empleado en "sobornar a funcionarios públicos", lo que ha debilitado aún más la capacidad de reacción de unas instituciones ya de por sí frágiles, agrega la JIFE.

Así, destaca el creciente empleo de vuelos comerciales para trasladar la droga, gracias a la participación de personal corrupto de aeropuertos, aduanas y seguridad.

Dentro del Caribe, un caso especial es el de Haití, donde el terremoto de enero de 2010 ha debilitado aún más al Estado, lo que "hace temer que pueda utilizarse el país cada vez más como zona de reexpedición de remesas de drogas ilícitas".

A ese cóctel de corrupción, paro y pobreza se une la violencia que afecta especialmente a El Salvador, Guatemala y Honduras, zona a la que la JIFE se refiere como el "Triángulo del Norte" y donde, advierte, "las pandillas que operan en cada uno de ellos han venido concertando alianzas con organizaciones delictivas internacionales".

En ese triángulo se registra ya la tasa de asesinatos más alta del mundo.

"Se ha informado de que solo en Honduras alrededor del 60 por ciento de todos los delitos guarda relación con las drogas. En Panamá, la tasa de asesinatos aumentó más del doble entre 2006 y 2009 y las autoridades atribuyeron ese incremento a la violencia relacionada con las drogas", señala el informe de la JIFE.

Agrega novedades sobre las rutas que pasan o surgen de Centroamérica y el Caribe, pues una aplicación más severa de la legislación antridroga en algunos países ha provocado cambios hacia zonas donde los traficantes "encuentran menos resistencia".

Pese a la reducción de demanda de cocaína en América del Norte, ha aumentado el tráfico por América Central, especialmente Guatemala y Honduras.

También remesas de droga procedentes de América del Sur pasan por el Caribe en dirección a África, desde donde se introducen en los mercados europeos.

En el aspecto legislativo, la junta "insta a todos los Estados a que adopten una legislación amplia sobre los precursores (de droga) lo antes posible" y doten a sus respectivas autoridades de los recursos necesarios para garantizar su aplicación sistemática.

Los alijos de cannabis se incrementaron un 58 por ciento en la República Dominicana, hasta los 1.400 kilos, mientras que en Costa Rica un programa gubernamental permitió erradicar 1,7 millones de plantas y reducir casi a la mitad la superficie de cultivo.

También cayeron a menos de la mitad las incautaciones de cannabis en 2009 (2.064 kilos), aunque subieron las de cocaína y "crack".

La cantidad de cocaína decomisada en El Salvador siguió disminuyendo, por segundo año consecutivo, hasta los 394 kilos en 2009.

Por su parte, Cuba ha comunicado que las incautaciones de cannabis aumentaron en 2009 un 80 por ciento, tras dos años de retrocesos.

La JIFE se refiere a la aparición en Centroamérica de laboratorios clandestinos de sustancias psicotrópicas, debido a la "aplicación de medidas más rigurosas de control de precursores en México y Estados Unidos".

En relación a la prevención y el tratamiento y pese a reconocer las dificultades que impone la escasez de medios, la JIFE hace hincapié en la necesidad de mejorar la obtención de datos sobre las modalidades de consumo y las tendencia de las drogas "para adaptar las iniciativas de tratamiento a las necesidades de cada país".

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