El opositor senegalés Sall confía en ganar a Wade, pero teme fraude electoral

  • El líder de la oposición de Senegal, Macky Sall, confía en vencer al actual jefe de Estado, Abdoulaye Wade, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del próximo domingo, aunque no oculta su temor a un posible fraude electoral.

Saliou Traore

Dakar, 19 mar.- El líder de la oposición de Senegal, Macky Sall, confía en vencer al actual jefe de Estado, Abdoulaye Wade, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del próximo domingo, aunque no oculta su temor a un posible fraude electoral.

En una entrevista concedida a Efe a pocos días de la nueva cita con las urnas, Sall afronta los comicios con "mucho optimismo", tras lograr el apoyo de los doce candidatos opositores que participaron en la primera ronda del pasado 26 de febrero.

"Con todo el apoyo que se me ha garantizado, en teoría debería conseguir el 65 por ciento de los votos, por lo que creo que lograremos la victoria el 25 de marzo", afirma el candidato de la coalición "Bennoo Bokk Yakaar" ("Unidos en la Misma Esperanza", en la lengua local wolof).

Pese a su optimismo ante unas elecciones marcadas por la polémica candidatura de Wade, que aspira a un tercer mandato aunque la Constitución estipula un límite de dos, Sall no descarta sorpresas negativas por parte de su rival y un posible fraude electoral.

"Tenemos que estar vigilantes, porque cerca de 630.000 personas figuran indebidamente en el registro electoral", señala el exprimer ministro y antiguo titular de Interior, que sugiere que su adversario podría urdir un plan de fraude a partir de esa anomalía.

No obstante, Sall cree que, haga lo que haga el presidente Wade, este no puede vencer la determinación de los senegaleses de acabar con su régimen, por lo que tiene claro que se convertirá en el cuarto presidente de Senegal.

El líder opositor, segundo candidato más votado de la primera ronda con el 26 por ciento de los sufragios, se describe como "el candidato del cambio para el pueblo" y destaca que, entre sus objetivos, figura el proporcionar un mejor nivel de vida a sus compatriotas si llega a la Presidencia.

Para ello, el candidato se declara partidario de reducir drásticamente los gastos del Gobierno, empezando con la formación de un Gabinete de 25 miembros como máximo -el actual cuenta con 33-, y defiende de medidas para recortar el precio de productos básicos.

"Desde las primeras semanas de nuestra toma de posesión -subraya- convertiremos en realidad estos compromisos, que no se quedarán en meras promesas electorales".

En cuanto a su política exterior, el líder de la oposición se plantea como prioridad poner en marcha una intensa diplomacia para mantener un estrecha relación con los países vecinos.

"Como el presidente Senghor (primer jefe de Estado de Senegal), soy partidario de la política de buena vecindad, por lo que mi deseo es mantener relaciones de confianza con Gambia, Guinea Bissau, Guinea, Malí, Mauritania y Cabo Verde", detalla Sall.

Si es elegido nuevo presidente, dedicará sus primeros viajes oficiales a Gambia y Guinea, dos países considerados clave para encontrar una solución pacífica al conflicto separatista que afecta desde 1982 a la región meridional senegalesa de Casamance.

Por otra parte, añadió, "Senegal seguirá manteniendo también buenas relaciones bilaterales con sus aliados tradicionales, Francia, la Unión Europea y Estados Unidos, así como países asiáticos como China, la India, y Brasil también".

En apoyo de la política de recortes en gastos del Gobierno, Sall adelanta que tiene intención de desarrollar un plan de reducción de oficinas diplomáticas de su país en el extranjero.

"En la actualidad -explicó-, contamos con un total de 80 embajadas y representaciones consulares en el mundo, y será necesario optimizar el mapa para mejorar su eficacia".

"Queremos poner en marcha -agregó- una diplomacia basada en los intereses de Senegal".

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