El Papa asegura ante miles de jóvenes que la Iglesia "no rechaza a nadie"

  • LA VALETA, 18 (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Gloria Moreno) Miles de jóvenes se reunieron con Benedicto XVI esta tarde en el Muelle del Puerto Grande de La Valeta, la capital de Malta, en la última etapa de la visita apostólica que realizó este fin de semana a la isla mediterránea. Ante ellos, el Pontífice aseguró que la Iglesia "no rechaza a nadie", tras escuchar las críticas que uno de los jóvenes le dirigió por la falta de "comprensión" con que la comunidad católica trata a los homosexuales, entre otros colectivos.

LA VALETA, 18 (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Gloria Moreno)

Miles de jóvenes se reunieron con Benedicto XVI esta tarde en el Muelle del Puerto Grande de La Valeta, la capital de Malta, en la última etapa de la visita apostólica que realizó este fin de semana a la isla mediterránea. Ante ellos, el Pontífice aseguró que la Iglesia "no rechaza a nadie", tras escuchar las críticas que uno de los jóvenes le dirigió por la falta de "comprensión" con que la comunidad católica trata a los homosexuales, entre otros colectivos.

El Papa llegó al puerto tras un espectacular recorrido en barca, durante el que pudo conversar con un grupo reducido de jóvenes, chicos y chicas, que se sentaron visiblemente emocionados a los pies del Pontífice.

El encuentro empezó con las intervenciones de cuatro jóvenes, que hablaron en representación de otros muchos. El primero de ellos dijo hablar en nombre de todos aquellos que se sienten "como a las afueras de la Iglesia", ya sea porque son "drogadictos", proceden de "familias rotas" o tienen "una orientación sexual distinta".

"Todos nosotros, de una u otra manera, hemos tenido experiencias que nos han alejado de la Iglesia". Además "otros católicos nos ponen a todos en el mismo saco", motivo por el que "para nosotros la fe es una realidad confusa y esto nos causa un gran sufrimiento", lamentó.

"Una de nuestras heridas más profundas está en el hecho de que mientras las fuerzas políticas están preparadas para realizar nuestros deseos de integración, la comunidad de la Iglesia sigue considerándonos un problema", hasta el punto de que "parece que somos menos fácilmente aceptados y tratados con dignidad por la comunidad cristiana que por los demás miembros de la sociedad", prosiguió el joven, que pidió que todos los que opinan como él, sean "tratados con más compasión, sin ser juzgados y con más amor".

Después de escuchar estas palabras, el Pontífice aseguró que "Dios no rechaza a nadie" y que "la Iglesia tampoco rechaza a nadie". "Más aún, en su gran amor, Dios nos reta a cada uno para que cambiemos y seamos mejores", aseguró.

Por otro lado, el Papa agradeció a Malta el "ejemplo" que da a otras naciones. "Deberíais estar orgullosos de que vuestro país defienda tanto al niño por nacer como la estabilidad de la vida familiar", afirmó. Por esta razón, "otras naciones pueden aprender de vuestro ejemplo cristiano", en "el contexto de la sociedad europea" donde "los valores evangélicos están llegando a ser de nuevo una contracultura", agregó.

Aun con todo, emplazó a los jóvenes a no tener "miedo" a dar testimonio de su fe en medio de "una cultura que promueve ideas y valores que contrastan en ocasiones con las que vivía y predicaba nuestro Señor Jesucristo".

Según el Pontífice, "a veces, estas ideas son presentadas con un gran poder de persuasión, reforzadas por los medios y por las presiones sociales de grupos hostiles a la fe cristiana", lo que se añade a la circunstancia de que "cuando se es joven e impresionable es fácil sufrir el influjo de otros para que aceptemos ideas y valores" contrarios a la fe.

Al término de su encuentro con los jóvenes, el Papa partió hacia el aeropuerto, donde se despedirá definitivamente de Malta antes de tomar su avión, rumbo a Roma, donde llegará esta noche.

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