El Papa dice que la crisis del matrimonio está relacionada con crisis de fe

  • El papa Benedicto XVI reiteró hoy la indisolubilidad del matrimonio, la unión de un hombre y una mujer, y aseguró que la "profunda crisis" que sufre, sobre todo en los países occidentales, está relacionada con la crisis de fe en estas regiones de antigua evangelización.

Ciudad del Vaticano, 7 oct.- El papa Benedicto XVI reiteró hoy la indisolubilidad del matrimonio, la unión de un hombre y una mujer, y aseguró que la "profunda crisis" que sufre, sobre todo en los países occidentales, está relacionada con la crisis de fe en estas regiones de antigua evangelización.

El Pontífice hizo estas manifestaciones ante varias decenas de miles de personas que asisten en la plaza de San Pedro del Vaticano a la misa de apertura del Sínodo de Obispos para la Nueva Evangelización, que se prolongará hasta el 28 de octubre.

"La unión del hombre y la mujer, su ser una sola carne en la caridad, en el amor fecundo e indisoluble, es un signo que habla de Dios con fuerza, con una elocuencia que en nuestros días llega a ser mayor, porque, lamentablemente y por varias causas, el matrimonio, precisamente en las regiones de antigua evangelización, atraviesa una profunda crisis", afirmó el papa.

El Obispo de Roma agregó que ello "no es casual", ya que el matrimonio, "como unión de amor fiel e indisoluble, se funda en la gracia que viene de Dios".

"Hoy podemos percibir toda la verdad de esta afirmación, contrastándola con la dolorosa realidad de tantos matrimonios que desgraciadamente terminan mal. Hay una evidente correspondencia entre la crisis de la fe y la crisis del matrimonio", subrayó.

El papa Ratzinger aseguró que el matrimonio está llamado a ser "no sólo objeto, sino sujeto de la nueva evangelización".

Sobre este Sínodo, al que asisten 262 obispos de todo el mundo, el papa dijo que la Iglesia existe para evangelizar y que el objetivo de este sínodo está dedicado a la nueva evangelización de las personas que aún estando bautizadas, se han alejado de la Iglesia.

Durante la ceremonia, el papa proclamó hoy "Doctores de la Iglesia" al español Juan de Ávila (1499-1569) y a la alemana Hildegarda de Bingen (1098-1179), de los que dijo que son dos santos "para admirar", dos figuras "luminosas".

De San Juan de Ávila declaró que fue un profundo conocedor de las Sagradas Escrituras, dotado de un ardiente espíritu misionero.

De Santa Hildegarda de Bilden señaló que fue una importante figura femenina del siglo XII que ofreció una preciosa contribución al crecimiento de la Iglesia de su tiempo, una mujer de viva inteligencia, profunda sensibilidad y reconocida autoridad espiritual.

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