El parlamento mexicano debate si el aborto es un crimen

  • El debate que se produjo recientemente en España antes de aprobarse la reforma de la ley del aborto, está ahora en el parlamento mexicano. Todos los años abortan voluntariamente 875.000 mujeres en México, a pesar de que la ley lo prohíbe en todo el país, excepto México D.F. El año pasado murieron hasta 100 de ellas tras practicar un aborto clandestino. Más de la mitad de los estados del país han criminalizado el aborto en los últimos años y quieren llevar la modificación a la constitución del país, a pesar de que el Tribunal Supremo ya declaró constitucional el derecho al aborto en la capital.
Recogidas casi un millón de firmas contra el aborto, según Derecho a Vivir
Recogidas casi un millón de firmas contra el aborto, según Derecho a Vivir
Lauren Villagran | GlobalPost

(México D.F.). La primera vez que la pareja mantuvo relaciones sexuales, el preservativo se rompió y la mujer se quedó embarazada. No llevaban mucho tiempo juntos, y cuando ella descubrió su embarazo, decidió abortar. Esto fue hace cinco años, cuando en México el aborto era una práctica extendida aunque ilegal.

Una amiga le dijo que conocía unas pastillas que provocan el aborto (un tratamiento para úlceras gástricas con efectos letales para las embarazadas), y le compró un frasco por unos 100 dólares.

"Me quedé mirando el frasco durante dos días", dice la mujer, que no quiere que se publique su nombre. "Pensé: ¿y si me muero?; ¿qué pasa si empiezo a sangrar sin parar?; ¿y si me sucede algo?"

Cada año unas 875.000 mujeres abortan en México, según datos del Alan Guttmacher Institute de Nueva York, aunque sea una práctica ilegal en todo el país excepto en su capital, México D.F. La agencia estatal de estadísticas calcula que en México la población de mujeres entre 15 y 49 años suma 27,8 millones de personas.

El parlamento de México D.F., quizás el cuerpo legislativo más progresista del país, aprobó la legalización del aborto en 2007. La norma fue recurrida, pero el Tribunal Supremo finalmente la declaró constitucional.

Desde entonces se han ido sucediendo en el resto del país una serie de reacciones totalmente opuestas a lo que supuso el paso dado por el legislativo capitalino. Hasta ahora, 18 de los 32 estados de México, profundamente católico, han modificado sus constituciones para hacer que el aborto no sea tan sólo un acto ilegal, sino también criminal: equivalente a homicidio y con condenas de cárcel.

Además, a finales de año se presentó una propuesta para modificar la constitución nacional con la que se trataría de proteger la vida "desde el momento de la concepción" y establecer así el marco para criminalizar el aborto en todo el país.

Con la capital y la zona rural en desacuerdo, la Asamblea Legislativa federal está que arde, con activistas de ambos lados preparándose para el combate político que se avecina. En su respaldo a la ley de México D.F., el Tribunal Supremo argumentó que el derecho a la vida es un derecho abstracto que no está protegido expresamente por la constitución del país.

"Así que lo que se ha hecho en las constituciones regionales es formalizar el derecho a la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural", explica Armando Martínez, director del conservador Colegio de Abogados Católicos de México. "De ese modo, el argumento del tribunal podrá ser cuestionado".

El movimiento pro derecho a la vida tiene un poderoso aliado en la Iglesia católica, al que se considera el principal piloto ideológico de un movimiento que de lo contrario sería amorfo. La iglesia es tanto un compás moral para gran parte del país como una de sus instituciones más poderosas.

Lo que está menos claro es cuánto apoyo han logrado entre los ciudadanos, especialmente las mujeres, las reformas constitucionales de los estados mexicanos. Daptnhe Cuevas Ortiz, directora de Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, sugiere que aunque muchos mexicanos puedan rechazar personalmente el aborto, las medidas que lo criminalizan no reciben mucho apoyo popular.

"La gente ha demostrado que rechaza totalmente que una mujer vaya a la cárcel por un aborto", dice. "Eso es diferente a que la gente diga que quiere proteger la vida. Pero en el hecho de que las mujeres que deciden abortar tienen derecho a hacerlo y a no ir a la cárcel, en eso hay un consenso absoluto".

Los partidos políticos, tanto los de derechas como los de izquierdas, se mantienen divididos internamente en este tema. Los legisladores en los 18 estados que han apoyado las nuevas leyes que criminalizan el aborto pertenecen a los tres principales partidos del país: el PAN, a la derecha; el PRI, en el centro, y el PRD, a la izquierda.

Las mujeres que tienen medios para hacerlo están ahora viajando a millares a México D.F. para abortar, y no sólo desde otros estados del país, sino desde otros países de Latinoamérica. El aborto está o bien prohibido totalmente o muy restringido en América Latina, a excepción de Cuba, Puerto Rico y la Guayana, según GIRE, una organización no gubernamental mexicana que defiende los derechos de las mujeres a decidir sobre su maternidad.Unas 34.351 mujeres han abortado de forma legal en D.F. desde 2007, según GIRE.

La doctora Ana María Camarillo dirige una clínica en México D.F. que realiza una media de cinco abortos al día. Su Centro para la Atención Integrada de las Parejas ha atendido a mujeres de todos los estados del país, así como a embarazadas de Nicaragua, Guatemala, Costa Rica, El Salvador y Colombia.

Los cambios en la esfera política se están traduciendo lentamente en una apertura cultural, también en la capital. Camarillo dice que ella anima a sus pacientes a hablar con otras mujeres abiertamente, para que sus voces puedan ser escuchadas. Para Camarillo resulta algo obvio que el debate sobre el derecho de la mujer a elegir se debe de producir a nivel nacional, porque tal y como está ahora, la ley no trata a todas las mexicanas del mismo modo.

Fondo María, una organización fundada el pasado mes de junio, intenta mitigar esas diferencias aportando apoyo económico y emocional a las mujeres que quieren viajar a D.F.para abortar. El año pasado ayudaron a 50 mujeres a viajar a la capital desde otros estados. Entre ellas estaba una chica de 12 años que había sido violada y una mujer de 43 que no tenía recursos para criar a un niño.

"La cuestión es que las mujeres podrán seguir decidiendo" sea el aborto un acto criminal o no, según Oriana López, coordinadora de Fondo María.

La mujer que eligió poner fin a su embarazo no planeado por su cuenta -en contra de lo que dice la Ley- asegura que tomó las pastillas a pesar de sus miedos y de acuerdo con las indicaciones de sus amigos: tres de forma oral, tres por la zona vaginal. El dolor apareció inmediatamente y sangró durante casi 20 días.

Ella sobrevivió, pero cada año 149.700 mujeres acabaron en el hospital con problemas asociados a remedios caseros para abortar y 100 de ellas -prácticamente dos por semana- murieron por abortos clandestinos.

Mostrar comentarios