Oporto.- El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, calificó hoy de "maravilloso viaje" la visita de Benedicto XVI a Portugal y elogió la "participación extraordinaria" de los ciudadanos portugueses, en su último día en el país.
Lombardi destacó en conferencia de prensa que entre 120.000 y 150.000 personas estuvieron presentes en la ceremonia religiosa de Benedicto XVI en Oporto, un número que superó las expectativas y constituyó una "bella sorpresa".
En un balance de la visita del Pontífice a Portugal -durante la cual pasó también por Lisboa y Fátima- Lombardi aseguró que el viaje a Portugal sirvió para cambiar la forma en la que los fieles lusos ven al Pontífice, que deja en el país "una imagen familiar y amiga".
"El Papa era poco conocido en Portugal y era considerado una persona fría, pero con este viaje permanecerá una imagen familiar y amiga y su personalidad discreta y gentil", indicó Lombardi.
El portavoz del Vaticano agregó que el mensaje de Benedicto XVI fue transmitido "de modo sereno, constructivo y con simplicidad" y que su intención "no es imponer, sino proponer" el mensaje de la Iglesia católica.
Lombardi juzgo que la "vitalidad de la fe del pueblo portugués" mostrada con la "enorme presencia de personas en todos los lugares" durante la visita del Papa "deja una mensaje de esperanza a la Iglesia, a pesar de las dificultades externas e internas".
Sin embargo, el representante del Vaticano, aseguró que "lo que llamó a estas personas no fueron los medios de comunicación, ni siquiera el Papa", sino "el mensaje de Fátima, un mensaje muy fuerte que llama al pueblo a rezar".
Benedicto XVI dedicó dos días de su visita en Portugal a Fátima, donde ofició una homilía multitudinaria.
Lombardi destacó las palabras del obispo de Roma en la ceremonia religiosa celebrada hoy en Oporto con las que Benedicto XVI pretende "dejar un desafío a la misión de la sociedad".
El Papa Ratzinger concluye hoy su visita de cuatro días a Portugal, durante la que se reunió con altos cargos y personalidades lusas en Lisboa, donde también ofició una misa multitudinaria, y en la que visitó el Santuario de Fátima y se encontró con representantes religiosos y organizaciones de la pastoral social.
Benedicto XVI es el tercer Papa que visita Portugal, después de Pablo VI en 1967 y Juan Pablo II, que viajó en tres ocasiones, 1982, 1991 y 2000.
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