El presidente del Bundestag lamenta ante el Papa la división de la iglesia

  • El presidente del Parlamento alemán (Bundestag), el cristianodemócrata Norbert Lammert, lamentó hoy ante el papa Benedicto XVI la división entre las iglesias católica y protestante que, según dijo, "irrita" a fieles de ambas confesiones.

Berlín, 22 sep.- El presidente del Parlamento alemán (Bundestag), el cristianodemócrata Norbert Lammert, lamentó hoy ante el papa Benedicto XVI la división entre las iglesias católica y protestante que, según dijo, "irrita" a fieles de ambas confesiones.

En su discurso de bienvenida al pontífice en el Bundestag, Lammert animó al Papa a lograr un mayor acercamiento de ambas iglesias con motivo de su visita a Alemania y el carácter ecuménico de la misma, pero también a mejorar las relaciones con el judaísmo y los musulmanes.

Lammert subrayó que muchos ciudadanos desean que el pontificado "del primer papa alemán, el primero desde la reforma, no solo sea un reconocimiento del ecumenismo, sino un paso apreciable hacia la superación de la división de la Iglesia".

Antes de que un Papa se dirigiera por primera vez en la historia a un pleno parlamentario alemán, su presidente recordó la división entre iglesia y Estado y subrayó que "ese logro de la Ilustración" es uno de "los logros irrenunciables de nuestra civilización".

"Estamos decididos a hacer justicia a nuestra responsabilidad para la dignidad humana, la libertad del pronunciamiento religioso y político y la tolerancia frente a otras convicciones y orientaciones", dijo Lammert en nombre de los diputados germanos.

El presidente del Bundestag señaló que "en tiempos de globalización, de un mundo sacudido por crisis y guerras, mucha gente busca soporte y orientación".

"El respeto de los principios éticos mas allá de los mercados y poderes y el cuidado de valores y convicciones comunes es un gran reto, también y precisamente para las sociedades modernas si no quieren ver amenazada su cohesión interna", dijo Lammert.

Católico de confesión, Lammert suscribió a principios de año, con vistas a la ya anunciada visita del Papa, una carta de políticos cristianodemócratas dirigida a los obispos germanos, en la que se pidió, entre otras cosas, el fin del celibato y la ordenación de hombres casados.

Benedicto XVI fue recibido a su llegada al plenario de la cámara baja alemana, donde le esperaban también los miembros del gobierno germano, con una larga salva de aplausos y en ausencia de un centenar de diputados socialdemócratas, verdes y de La Izquierda, que consideran inadecuada su intervención ante el Parlamento.

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