El tratado sobre el comercio de armas entrará en vigor en nochebuena


El próximo 24 de diciembre, día de Nochebuena, entrará en vigor el Tratado sobre el Comercio de Armas, después de que el pasado jueves se alcanzaran las 50 ratificaciones necesarias para que se ponga en marcha este instrumento internacional, que establece que las decisiones sobre transferencias de armas quedan sujetas a consideraciones humanitarias e impone controles estrictos al suministro.
La Asamblea General de la ONU adoptó este tratado el 2 de abril de 2013, con el voto favorable de 155 países, entre ellos España. Desde entonces, lo han firmado 118 Estados y lo han ratificado 45 (España lo hizo el pasado 2 de abril), pero para que se convierta en ley internacional es necesario que lo ratifiquen 50 y esperar 90 días.
Argentina, Bahamas, Bosnia y Herzegovina, Portugal, República Checa, Santa Lucía, Senegal y Uruguay lo hicieron el pasado jueves en una ceremonia en la sede de la ONU, en Nueva York (Estados Unidos), con lo que el Tratado sobre el Comercio de Armas será una realidad el 24 de diciembre.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha manifestado en un comunicado que la necesidad de un tratado como éste es “muy clara”, dado el uso ilegal y la presencia de numerosas armas y municiones en todo el mundo.
Por su parte, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, ha indicado que, “si se aplica de buena fe y de forma consecuente, el tratado evitará que las armas terminen en manos de quienes pueden llegar a emplearlas para cometer crímenes de guerra o violaciones graves de los derechos humanos”.
"Más armas sólo empeoran las cosas. Hoy, mientras las armas siguen afluyendo a zonas donde se desarrollan conflictos brutales, recordamos a todos los Estados exportadores de armas que deben abstenerse de transferir armas a partes beligerantes que manifiestamente perpetran crímenes de guerra o cuando existe el riesgo sustancial de que lo hagan", añadió.
“EXTRAORDINARIO AVANCE”
Por su parte, Amnistía Internacional ha señalado que este hecho supondrá “un gran salto adelante” para la protección de “los millones de personas cuyas vidas están devastadas por la mala regulación del comercio mundial de armas”.
"Esto es un hito en la lucha para acabar con el sufrimiento humano causado por la circulación irresponsable de armas. Antes de que finalice el año habrá unas normas globales firmes para impedir que la armas vayan a parar a manos de quienes cometen abusos", declaró Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional.
Shetty añadió que “este extraordinario avance no habría sido posible sin el apoyo de más de un millón de personas que contribuyeron a mantener la presión sobre los gobiernos y dijeron ‘basta ya, el suministro de armas para cometer atrocidades y abusos debe acabar’”, y recalcó que la campaña internacional contra el comercio de armas , de la que forma Amnistía Internacional, “no termina aquí, pues todos los Estados deben afrontar urgentemente la situación y comprometerse con el Tratado sobre el Comercio de Armas”.
En este sentido, Amnistía Internacional indicó que lleva desde mediados de la pasada década de los 90 captando apoyos y “haciendo campaña infatigablemente” para que vea la luz este tratado. “Cada día muere medio millón de personas y millones más sufren heridas y violaciones y se ven obligadas a huir de su hogar como consecuencia de la mala regulación del comercio global de armas”, afirmó.
PRINCIPALES PAÍSES EXPORTADORES
El Tratado incluye varias normas para impedir la entrada de armas en países cuando se sepa que se emplearían para cometer o facilitar que se cometan genocidios, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra u otras violaciones graves de derechos humanos.
Cinco de los diez primeros exportadores de armas del mundo (Francia, Alemania, Italia, España y Reino Unido) ya han ratificado el Tratado, no así Estados Unidos, aunque sí lo firmó el 25 de septiembre de 2013, según pudo comprobar Servimedia en la web de la Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos de Desarme, en tanto que otros productores de armas importantes, como China, Canadá, Israel y Rusia, se resisten a la ratificación.

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