Erc pide más impuestos para la comida basura y destinar lo recaudado a subvencionar frutas y verduras


Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha presentado una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados en la que propone gravar con más impuestos la comida basura y destinar lo recaudado a subvencionar el consumo de frutas y verduras.
Según un reciente informe de Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación, "los Estados tienen el deber de proteger el derecho a una dieta adecuada y de hacer efectivo el derecho a una alimentación adecuada reforzando proactivamente el acceso de su población a los recursos para poder tener dietas adecuadas".
Además, hay un consenso entre los expertos en que los sistemas alimentarios deben garantizar el acceso de todos a "dietas sostenibles", entendidas como dietas con bajo impacto ambiental que contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional y a la vida sana de las generaciones presentes y futuras.
Por eso, Esquerra pide al Gobierno que adopte las medidas precisas sobre la comercialización de productos alimenticios con la finalidad de reducir la venta de alimentos con alto contenido de grasas saturadas, ácidos grasos trans, azúcar y sal a los niños, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la ONU.
Se trata de la llamada comida basura, que engloba refrescos y alimentos con alto contenido en grasa, azúcar y sal, a la que ERC quiere aplicar impuestos más elevados, "y subvencionar con el dinero recaudado el acceso a las frutas y verduras y las campañas educativas sobre alimentación sana".
Además, quiere reexaminar los sistemas actuales de subsidios agrícolas desde el prisma de la salud pública, de manera que se puedan usar los sistemas de adquisición pública para "apoyar el suministro de alimentos locales y nutritivos, prestando especial atención a los consumidores pobres".
De igual modo, proponen un plan para sustituir todos los ácidos grasos trans con grasas poliinsaturadas y apoyar los mercados de agricultores y la agricultura urbana y periurbana, a través de incentivos fiscales y garantizando una infraestructura adecuada para unir a productores locales y consumidores urbanos.
En la actualidad, el cambio de hábitos alimenticios causantes de sobrepeso y obesidad genera problemas tan graves como los causados por el hambre. Alrededor de tres millones de personas mueren al año en todo el mundo por enfermedades relacionadas con una mala alimentación.
En la actualidad hay en el planeta más de 1.000 millones de personas con sobrepeso y al menos 300 son obesas, en especial en los países de la OCDE, incluida España.
Estas sociedades, dice Esquerra en su exposición de motivos, han creado entornos generadores de obesidad y diseñado sistemas alimentarios que, con frecuencia, se oponen a estilos de vida más sanos en vez de propiciarlos.
Varios son los factores ha han influido en estos cambios. El precio es uno de ellos, puesto que una cesta de consumo con predominio de frutas y verduras es más cara que otra rica en aceites, azúcares y grasas.
Por eso, el informe de la ONU plantea que las políticas agrícolas y fiscales tengan en cuenta los problemas de salud pública, como se hace con el consumo de alcohol. Según ERC, gravar los alimentos y bebidas con alto contenido de grasas, azúcar y sal puede ser un instrumento eficaz, como lo demuestra la reciente introducción de estos impuestos en Dinamarca, Finlandia, Francia y Hungría.

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