España y México cooperarán en mejorar situación emigrantes centroamericanos

México.- México y España firmaron hoy un convenio de trabajo "para mejorar las condiciones de los emigrantes centroamericanos que transitan" por el país latinoamericano y que, tras ser detenidos, son instalados en algún centro de emigración, informó hoy la Secretaría de Gobernación (Interior).

El "Proyecto Migraciones: Mirando al Sur", como se conoce el acuerdo, lo firmaron la titular del Instituto Nacional de Migración (INM), Cecilia Romero, y el director de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) en México, Jesús Oyamburu.

El convenio se desarrollará principalmente a las estaciones migratorias mexicanas, como se conoce a los centros para retener a los indocumentados.

Concretamente habrá actividades en las de Iztapalapa, en el Distrito Federal, y la de Tapachula, en Chiapas, en el extremo sur del país.

El proyecto incluye la realización de estudios socioculturales e investigaciones basadas en relatos y vivencias de los emigrantes en su recorrido por México.

También prevé la creación de dos talleres de capacitación en centros de emigrantes, uno sobre derechos humanos especialmente dirigido a los inmigrantes, y otro para conocer el proceso de elaboración de prótesis de extremidades, dirigido principalmente a aquellos que sufrieron algún tipo de accidente durante su trayecto.

Parte del programa se desarrollará durante la II Semana Nacional de Migración, a celebrar en octubre, en la que participará personal de la AECID, agrega el comunicado del Gobierno mexicano.

Unos 300.000 centroamericanos cruzan cada año el territorio mexicano, en su mayoría para tratar de entrar sin sus papeles en regla a Estados Unidos, en busca de mejores condiciones de vida que las de sus países de origen.

En 2007 México interceptó en su frontera sur a 120.000 inmigrantes indocumentados, de los cuales 114.000 eran centroamericanos.

En junio, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) aseguró que cada mes son secuestrados más de 1.600 inmigrantes que atraviesan por territorio mexicano hacia EE.UU., quienes a menudo son sometidos a vejaciones que suelen quedar impunes por la corrupción de las autoridades.

El INM ha admitido que los secuestros de indocumentados se han convertido en una práctica constante en México, en ocasiones realizados con apoyo de algunas autoridades cómplices del crimen organizado.

Hasta 2008 estaba penado con dos años de cárcel entrar sin documentación en regla a México, aunque la práctica habitual era retener a los indocumentados en instalaciones del INM y deportarlos a sus países de origen sin aplicarles la pena.