Expertos alertan del riesgo de la oruga procesionaria que adelanta su llegada

  • Los expertos en control de plagas han advertido hoy de que la oruga procesionaria ha adelantado su llegada y han subrayado el riesgo sanitario que supone esta plaga pues el simple contacto con ella puede producir dermatitis, lesiones oculares y fuertes reacciones alérgicas o urticarias.

Madrid, 3 abr.- Los expertos en control de plagas han advertido hoy de que la oruga procesionaria ha adelantado su llegada y han subrayado el riesgo sanitario que supone esta plaga pues el simple contacto con ella puede producir dermatitis, lesiones oculares y fuertes reacciones alérgicas o urticarias.

Así lo han constatado los expertos de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA), que han hecho hincapié en los riesgos que tienen para la salud de los niños, adultos y animales domésticos estas "procesionarias del pino", que aparecen con la llegada de la primavera formando hileras en el suelo.

Esta oruga está rodeada de unos pelos urticantes que se dispersan y flotan en el aire y producen irritación en la piel, nariz y ojos.

Si se produce un contacto directo con la oruga, su pelo se clava en la piel y con ello un producto tóxico que genera la liberación de histamina en la persona afectada y, en consecuencia, la reacción alérgica.

Por estos motivos, la procesionaria, además de ser dañina para los pinos, puede convertirse en un problema sanitario para las personas.

Esta especie afecta a todo el territorio peninsular y a Baleares, reaparece cada año al comienzo de la nueva estación y afecta fundamentalmente a los pinares, aunque también puede dañar a otras especies arbóreas como cedros y abetos.

La plaga ataca por igual a las especies arbóreas que se encuentran en las zonas urbanas, en parques, jardines, colegios, urbanizaciones y áreas residenciales.

La llegada de esta plaga se ha adelantado, según la directora general de ANECPLA, Milagros Fernández de Lezeta, y lo ha hecho por "el invierno, mucho más suave y seco de lo normal".

Los métodos de control habituales para combatir esta plaga son la destrucción de los bolsones, el empleo de trampas de feromonas, la instalación de barreras físicas o el empleo de productos químicos.

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