Los nuevos datos del coronavirus, ocho muertos y 191 contagiados, recuerdan que la Covid-19 sigue ahí fuera, aunque algunos hayan vuelto a la nueva normalidad como si fuera vieja normalidad, por lo que la Policía Local de Sitges tuvo que impedir el pasado 24 de junio una fiesta ilegal para celebrar la verbena de San Juan durante tres días en la que participaban 300 personas en una casa particular de la urbanización de Vallpineda. El consistorio ha explicado que la fiesta constaba de tres convocatorias consecutivas. Las dos últimas se impidieron.
La fiesta, que contaba con seguridad privada o lavabos portátiles, entre otros servicios, se anunciaba a través de grupos privados de Whatsapp y para acceder a ella había que comprar la entrada, anticipada a través de una plataforma en línea por 25 euros o por 50 en el mismo lugar. El día 23, alertados por vecinos de la zona, que se quejaron del ruido, agentes de la policía local se desplazaron hasta la casa, donde observaron que los asistentes, repartidos por las distintas zonas del domicilio, no respetaban las normas de seguridad decretadas por las autoridades sanitarias y no llevaban mascarilla ni mantenían la distancia de seguridad en ningún momento.
Ante la imposibilidad de desalojarlos y sabiendo que había dos convocatorias más para los siguientes días, los agentes establecieron un operativo que permitía salir de la casa pero impedía el acceso, para evitar la celebración de las convocatorias de los días 24 y 25 de junio. El consistorio ha explicado que la casa está dada de alta como vivienda de uso turístico y ha indicado que, además del expediente sancionador, que comportará una multa, se valorará la revocación de la licencia.
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