Filipinas. Acnur alerta de que mujeres y niñas se exponen a abusos sexuales al pedir limosna en las calles


La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur, según sus siglas en inglés) afirmó este miércoles que, mientras comienza a llegar con cuentagotas la ayuda para los supervivientes del tifón Haiyan en Filipinas, crece la tensión y los traumas de la población afectada, especialmente mujeres y niñas, que se exponen a la explotación sexual y otros abusos al verse obligadas a pedir limosna en las calles.
El personal de Acnur ha estado en comunicación con las autoridades locales y otros socios en materia de protección en las nueve regiones afectadas por el tifón, con el fin de evaluar la seguridad física de los supervivientes, así como el acceso a los servicios básicos y a la asistencia humanitaria.
Además, también está analizando las necesidades de protección de las mujeres, los niños y otros grupos vulnerables, como personas con discapacidad y mayores.
Esta agencia de la ONU señaló que más de 800.000 personas se encuentran desplazadas por los efectos del tifón y que aquéllas cuyas viviendas estaban ubicadas a lo largo de la costa están expuestas al riesgo de más inundaciones debido a la nueva tormenta tropical que ha tocado tierra este miércoles.
“Algunas personas desplazadas prefieren permanecer en sus casas, parcialmente dañadas, en lugar de acudir a los más de 1.400 centros de evacuación, mientras otros se han construido refugios improvisados cerca de sus hogares”, añadió.
Acnur subrayó que los supervivientes necesitan urgentemente alimentos, agua potable, medicinas, ropa y lonas plásticas impermeabilizantes, pero el acceso humanitario está obstaculizado, especialmente en las áreas remotas, porque las carreteras y los puentes se encuentran gravemente dañados y los escombros aún no han sido retirados.
“Esto contribuye al quebrantamiento del orden público y a que algunas personas desesperadas hayan saqueado tiendas para conseguir alimentos y agua. Según algunas informaciones no contrastadas, se están desvalijando cajeros automáticos y robos de materiales de ayuda humanitaria”, apostilló.
Acnur apuntó que las personas vulnerables se encuentran en una situación de especial riesgo, ya que “las mujeres y los niños están pidiendo limosna en las calles y están expuestos a abusos y explotación. Como las líneas eléctricas aún no han sido restablecidas, la falta de iluminación hace que las mujeres y los menores sean más vulnerables, tanto si se encuentran en sus casas como en los centros de evacuación, y especialmente por la noche”.
Por ello, Acnur tiene previsto distribuir lámparas solares para mitigar los riesgos de la violencia de género y reforzar la protección de las familias desplazadas. Además, ha movilizado sus reservas nacionales de lonas plásticas, mantas, ropa y otros artículos de primera necesidad para 1.400 familias, ayuda que se complementará con tiendas de campaña y material de ayuda humanitaria para 16.000 familias.

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