Filipinas. Médicos sin fronteras refuerza la ayuda con 50 personas y 329 toneladas de artículos médicos


Médicos Sin Fronteras (MSF) reforzará sus labores de ayuda a las personas damnificadas por el paso del tifón Haiyan por Filipinas con el envío en los próximos días de otras 50 personas y otras 329 toneladas de artículos médicos.
Un total de 15 miembros de los equipos de emergencia de MSF han estado evaluando las necesidades de la ciudad de Cebú, la segunda más grande de Filipinas y donde se encuentra el aeropuerto operativo más cercano a la zona del desastre.
Los equipos de esta ONG tienen su base en Cebú, aunque varios trabajadores de la organización se dirigen a Tacloban y a las islas al oeste de Cebú. MSF enviará 50 personas más (entre ellas personal médico, psicólogos y legistas) a las zonas afectadas en los próximos días.
Además, Médicos Sin Fronteras aportará otras 329 toneladas de artículos médicos y de emergencia en tres aviones de carga que llegarán a Cebú en los próximos tres días, procedentes de Dubai (Emiratos Árabes Unidos), Ostende (Bélgica) y Burdeos (Francia).
Uno de ellos incluirá material médico para el tratamiento de los heridos, material para consultas médicas, vacunas contra el tétanos, tiendas de campaña y artículos de higiene. Otro contendrá material para el saneamiento de agua y el último transportará un hospital hinchable y más material médico.
MSF consideró “muy preocupante” la falta de información sobre el estado de las zonas rurales más remotas y señaló que el aeropuerto de Tacloban está muy dañado y los caminos permanecen bloqueados.
Los equipos de esta organización, que actualmente organizando el suministro de medicamentos, material médico y utensilios para purificar el agua, están muy pendientes de los posibles brotes epidémicos que pudieran darse dada la magnitud del desastre.
Por otro lado, la doctora Natasha Reyes, coordinadora de MSF en Filipinas, afirmó que “la situación es terrible, pero lo que no vemos es lo más preocupante. La información que recibimos de Tacloban es que la ciudad entera, de 400.000 personas, ha sido devastada. Además, hay cientos de pueblos esparcidos a lo largo de miles de kilómetros por los que ha pasado el tifón y en los que las comunicaciones se han cortado. Honestamente, nadie sabe cuál es la situación en estas zonas más remotas y rurales, y pasará un tiempo hasta que tengamos una visión general”.
“Como filipina, sé que somos resistentes. Hemos sido golpeados una y otra vez por los desastres naturales, por lo que si hay tanta gente desesperada y aturdida, la situación debe ser realmente mala”, concluyó.

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