Francisco Fernando: un monarca descentralizador víctima del nacionalismo

  • Son ironías de la Historia, pero justo el futuro emperador austro-húngaro que planeaba suavizar el centralismo y ceder poder a los eslavos, fue asesinado por un nacionalista serbobosnio, un crimen que detonó la I Guerra Mundial.

Gustavo Monge

Praga, 24 jun.- Son ironías de la Historia, pero justo el futuro emperador austro-húngaro que planeaba suavizar el centralismo y ceder poder a los eslavos, fue asesinado por un nacionalista serbobosnio, un crimen que detonó la I Guerra Mundial.

"Sentía que era imposible mantener la lealtad de sus súbditos en este grandísimo Estado, tan multinacional, si se iba a gestionar de forma centralista", asegura en una entrevista Nikolaus Hohenberg, el bisnieto del archiduque Francisco Fernando, asesinado el 28 de junio de 1914 en Sarajevo por el joven Gavrilo Princip.

Según Hohenberg, el heredero al trono de los Habsburgo defendía cederle más poder a las naciones eslavas que conformaban este gran Imperio centroeuropeo.

Francisco Fernando quiso evitar que la monarquía "saltara en pedazos" y uno de los puntos de su agenda era "darle más autonomía a los eslavos en la parte sur, a los croatas, serbios, bosnios", cuenta a Efe en Praga el nieto de uno de los tres hijos del archiduque.

Finalmente, el Imperio acabó hundiéndose en una guerra iniciada justo por el conflicto con Serbia y los nacionalistas eslavos por el control de Bosnia Herzegovina.

El heredero del emperador Francisco José estaba en contra de la gestión centralista decretada en 1848 con la monarquía "bicéfala", por la que el jefe de la monarquía era emperador de Austria y rey de Hungría, explica Hohenberg.

Si había algo que Francisco Fernando particularmente sentía era "que debería romper la excesiva centralización de los húngaros, que estaban gestionando un Estado por su cuenta", asegura este austríaco de 53 años, un asesor financiero afincado en Londres.

El archiduque no siempre encontró apoyo en su propia familia reinante, donde el elemento nacionalista alemán y húngaro eran muy fuertes, destaca su bisnieto.

Las reformas que pretendía eran de excesivo calado, también para el Francisco José, en el trono desde 1848.

"El emperador era demasiado viejo para cambiar las cosas y esto le hacía impaciente, con lo que a veces perdía las riendas", recuerda Hohenberg.

Entre sus principales detractores dentro de la familia estaba los miembros de la poderosa rama de los Habsburgo de Teschen, de la que procedía la reina de España y madre de Alfonso XIII, María Cristina.

En ese sentido, Hohenberg opina que a Francisco Fernando nunca le perdonaron que contrajera matrimonio "morganático" -entre desiguales-, con la condesa bohemia Sofía Chodek.

"En su familia, su elección de mujer fue visto como algo impensable, porque las leyes familiares eran muy estrictas. Pero él sentía que quería a esta mujer y estaba dispuesto a ceder todo, incluso los derechos al trono", señala Hohenberg.

Su apellido se desprende del título nobiliario de "conde de Hohenberg", concedido a su abuelo Maximiliano, el segundo hijo de Francisco Fernando y Sofía.

En todo caso, el emperador Francisco José (1832-1916) se dio cuenta que su sobrino era un hombre de gran talento, por lo que decidió no excluirlo de la sucesión.

Para ello, se llegó a un compromiso por el cual los hijos de ese matrimonio "morganático" no podrían heredar la corona.

Sin embargo, destaca Hohenberg, "estaba claro que Francisco Fernando estaba muy insatisfecho con su familia y eso tampoco fue fácil para ella (Sofía)".

Los archiduques se aislaron de la corte vienesa y centraron su vida en el castillo de Konopiste, cerca de Praga, donde nacieron dos de los tres hijos.

En el imaginario popular local, Francisco Fernando aparece hasta hoy como un hombre terco, irascible y fanático de la caza.

Pero en la familia lo recuerdan como una persona "afable y hombre de familia, un marido amante y un excelente padre", asegura Hohenberg.

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