Galicia y el País Vasco votan el domingo con la crisis de trasfondo

  • La campaña para las elecciones regionales gallegas y vascas del próximo domingo concluye hoy con las encuestas que apuntan a una victoria por mayoría absoluta del Partido Popular (PP) en Galicia, donde revalidaría su gobierno, y de los nacionalistas en el País Vasco.

María Luisa González

Madrid, 19 oct.- La campaña para las elecciones regionales gallegas y vascas del próximo domingo concluye hoy con las encuestas que apuntan a una victoria por mayoría absoluta del Partido Popular (PP) en Galicia, donde revalidaría su gobierno, y de los nacionalistas en el País Vasco.

Los comicios en estas dos comunidades autónomas del norte de España, que han sido adelantados unos meses, son seguidos de cerca a nivel nacional al tratase de una de las primeras citas electorales tras la llegada al poder del conservador Partido Popular.

Un total de 2.696.513 gallegos están convocados a las urnas, de ellos 397.284, residentes en el extranjero, lo que les convierte casi en la virtual quinta provincia de esta comunidad autónoma, integrada por La Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra. Elegirán un Parlamento de 75 escaños.

Al ser una región tradicionalmente muy vinculada al PP, Galicia es observada en esta ocasión por los analistas como un test para medir el eventual desgaste del Gobierno de Mariano Rajoy en sus primeros meses de gestión, en los que ha tenido que acometer fuertes recortes para cumplir la exigencia de la Unión Europea de reducir el déficit público (al 6,3% del PIB este año).

El actual presidente regional, Alberto Núñez Feijóo, del PP, aspira a revalidar su mandato en un momento en el que el Partido Socialista, el principal de la oposición, está debilitado, y presenta como cabeza de lista y candidato a la Xunta a Pachi Vázquez.

La tercera fuerza regional, los grupos nacionalistas aglutinados en torno al Bloque Nacionalista Galego, concurre muy fragmentada.

Feijóo dijo hoy en un mitin que no ha conseguido todo lo que se había propuesto, pero Galicia "sigue a flote" y destacó que esta comunidad autónoma no ha tenido que pedir rescate económico al Gobierno español, como otras, entre ellas Cataluña o Andalucía.

En el País Vasco, donde están convocados a las urnas 1.775.291 electores, de ellos 56.557 residentes en el extranjero, los sondeos apuntan a la victoria del Partido Nacionalista Vasco (PNV), sin mayoría suficiente para gobernar.

También vaticinan una fuerte irrupción de los independentistas de EH Bildu, que concurren por primera vez, encabezados por Laura Mintegi.

Las elecciones del domingo serán las primeras que se celebran sin la amenaza directa de la organización terrorista ETA que hace un año, el 20 de octubre de 2011, anunció el "cese definitivo de su actividad armada", tras cinco décadas de violencia y más de 850 asesinatos.

Los presos de la banda terrorista encarcelados en España pidieron el voto para EH Bildu.

La última encuesta publicada el pasado 5 de octubre por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), vaticinaba la victoria del PNV, que presenta como candidato a presidente regional a Íñigo Urkullu, con 27 de los 75 escaños del Parlamento, pero lejos de la mayoría absoluta (38 diputados), lo que le obligaría a pactar con otras fuerzas.

La coalición EH Bildu conseguiría entre 21 y 22 diputados, mientras que el Partido Socialista, que gobierna en la actualidad con Pachi López al frente, sumaría 14 diputados y el PP entre 9 y 10 escaños.

El PNV, a diferencia del pasado en el que centró sus reivindicaciones y propuestas en dotar a la comunidad de mayor soberanía, en estas elecciones se ha concentrado en la crisis económica que también afecta a esta región, una de las de mayor nivel de vida del país, con el PIB más alto por habitante.

Formada por tres provincias, Vizcaya, Álava y Guipúzcoa, tiene un régimen fiscal especial que le permite recaudar impuestos a cambio del pago de una cantidad (Cupo) a la Administración central (el 6,24 % de la renta total estatal).

Los procesos electorales en estas comunidades autónomas se han visto eclipsados por el debate político desatado por el adelanto electoral en Cataluña, cuyo presidente, el nacionalista Artur Mas, anticipó los comicios regionales dos años para celebrarlos el próximo 25 de noviembre.

Al mismo tiempo, anunció el comienzo de un proceso para que los catalanes decidan el estatus futuro de esta comunidad autónoma del noreste de España y un eventual referéndum de autodeterminación, que no contempla la Constitución española.

En el cierre de la campaña vasca, Urkullu reconoció que en su última entrevista con Artur Mas acordaron recorrer "un camino conjunto" respecto al reconocimiento por parte del Estado de "los hechos nacionales" de Cataluña y País Vasco, aunque rechazó sinergias conjuntas.

Mostrar comentarios