Johannesburgo, 22 jul.- El presidente de Malaui, Bingu Mutharika, acuciado por la protestas contra su gobierno por el alza de precios y la corrupción, destituyó hoy al jefe de las Fuerzas Armadas, general Marko Chiziko, por su gestión de la protestas de los pasados miércoles y jueves, que dejaron al menos 18 muertos.
Según informó el diario "Malawi Voice", Mutharika designó al general Henry Odillo, antiguo agregado de Defensa en el Reino Unido, en sustitución de Chiziko, según la web del periódico malauí.
Tras las protestas de los últimos días, el diario "Malawi Voice" informó de nuevos altercados en las ciudades de Katawa, Chiputula y Mzuzu, en el norte del país, donde se han registrado los episodios más violentos.
Después de la inicial negativa de las autoridades a la celebración de un funeral multitudinario por varias víctimas de las protestas, las autoridades dieron hoy el visto bueno al sepelio de nueve manifestantes que perdieron el miércoles la vida en Mzunzu.
El Gobierno había prohibido el funeral por miedo a crear un centro de peregrinaje por los mártires de la protesta.
Los cuerpos de ocho de los fallecidos fueron enterrados en el cementerio de Zolozolo, mientras que la última víctima fue trasladada a su pueblo de origen.
El presidente, que ofreció ayer diálogo a la oposición y las asociaciones civiles que convocaron la marcha, advirtió hoy, sin embargo, que los causantes de los disturbios serán llevados ante la justicia.
Los manifestantes "han muerto en vano", dijo Mutharika, según recogió el Malawi Voice.
Estados Unidos y la Unión Europea condenaron hoy la respuesta de las fuerzas de seguridad de Malaui, que supuestamente armas de fuego para contener el alzamiento.
Por su parte, Amnistía Internacional (AI), reclamó una investigación sobre los hechos ocurridos durante la manifestación del miércoles y los disturbios del jueves.
Cientos de manifestantes salieron el miércoles a las calles de Malaui en protesta por el alza de los precios, la falta de combustible y la corrupción del Gobierno de Mutharika, reelegido presidente en las pasadas elecciones de 2009.
Los manifestantes saquearon tiendas, incendiaron coches, comisarías y viviendas particulares de agentes de policía y cargos del partido gubernamental, el Partido Progresista Democrático (DPP).
Los disturbios y saqueos continuaron durante el jueves, especialmente en los suburbios de la capital, Lilongwe, y Blantyre, en el sureste del país.
El Gobierno de Malaui mantiene desplegado desde entonces a la Policía y al Ejército en las principales ciudades de Malaui.
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