La línea roja estaba en 250

Los gráficos que demuestran por qué la OMS puede pedir a España no relajarse

La Organización Mundial de la Salud hace un llamamiento para que "ningún país relaje las medidas" tras aplaudir el menor número de contagios pero alertando de que otros indicadores siguen siendo altos.

UCI
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EFE/ Comunidad De Madrid

"El virus sigue ahí". Es en lo único que parecen estar de acuerdo políticos y epidemiólogos después de una semana en la que las cifras de la pandemia del coronavirus en España parece que dan un respiro en el dato de los contagios nuevos -14.581- y la incidencia acumulada, que se sitúa en 496 tras caer 254 puntos en la última semana. Buenas noticias que van de la mano de otras peores si miramos la ocupación de las camas UCI, que sigue casi doblando la línea roja marcada por el Ministerio de Sanidad en algunas comunidades autónomas como Madrid, la Comunidad Valenciana, Castilla y León y La Rioja. Y con estos datos como telón de fondo, los expertos sanitarios y la OMS ya alertan del posible error en el que se puede volver a caer: desescalar muy rápido o mal. El mensaje llega un día antes de que se empiecen a "flexibilizar, que no relajar" en algunos puntos de España las medidas contra un virus que en esta semana ha dejado en España la dramática cifra de 3.336 muertes.

En esta lucha sin cuartel contra el coronavirus toca ser muy cautos según los expertos sanitarios. Por eso durante esta semana las nuevas medidas de restricción que han sobrevolado la Comunidad de Madrid y que ayer mismo se conoció que no se impondrán hasta el próximo jueves eran  cuestionadas desde los foros sanitarios alertando que tanto su decisión como la de otras CCAA que le siguieron los pasos podían acabar con el mismo resultado erróneo que llevo al país a la tercera ola que ha propiciado un principio de año terrorífico en cuanto a fallecidos, número de contagiados, tasa de incidencia acumulada e ingresos en UCIS. 

Es precisamente aquí donde reside la batalla que hay que librar porque su saturación sigue muy por encima de la línea roja marcada desde Sanidad y según los internistas, mucho peor de lo que nos podemos imaginar si además tenemos en cuenta que antes del coronavirus su capacidad ya podría estar al 70%. A ese dato habría que sumarle ese 40% que roza en estos momentos y el dato real se elevaría hasta los 110%, aseguraba a este medio hace una semana la doctora María Cruz Martín Delgado, ex presidenta de la Sociedad Española de Medicina Intensiva.

La mejoría en los datos de la incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes, que en esta última semana ha bajado hasta 496 no tiene nada que ver con la que se está apreciando en las UCIS, con comunidades todavía por encima del 50% de ocupación solo con pacientes Covid-19, sin olvidar la presencia de las nuevas cepas que por su rápida transmisión pueden volver a elevar la cifra de contagios en un momento en el que la presión hospitalaria sigue muy al límite. "Tenemos que tener todos muy claro que esto no se ha acabado", advertía el el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, Fernando Simón, con un mapa de España en la mano apuntando que el color de la emergencia en el país sigue siendo rojo y "rojo oscuro, no clarito". 

En la misma línea desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertaban de que es cierto que en España hay una caída de contagios pero la "tasa de transmisión sigue siendo muy alta", señalaba la responsable de Emergencias, Catherine Smallwood. Igual de conciso fue ayer el director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al advertir de que "la complacencia es tan peligrosa como el propio virus". Y continúa: "Ahora no es el momento de que ningún país relaje las medidas, ni de que ningún individuo baje la guardia. Cada vida que se pierde ahora es aún más trágica, ya que las vacunas contra el COVID-19 están empezando a distribuirse".

Todo ello ha podido llevar a la Comunidad de Madrid a dejar en el cajón la decisión de retrasar el toque de queda hasta las 23:00 horas así como el cierre de la hostelería hasta las 22:00 horas. Cuando todo apuntaba a que se llevaría a cabo desde ayer mismo fue el viceconsejero de Salud Pública de la comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, el que anunció su puesta en marcha el próximo jueves si se continuaba con la tendencia  a la baja en una comunidad autónoma cuya incidencia acumulada se sitúa en los 625 casos por cada 100.000 habitantes , tres veces más que la línea roja marcada en 250 y once veces más que lo esperado desde Sanidad para salir del peligro: 50 casos de incidencia acumulada. 

Asume Simón que alguna autonomía puede relajar restricciones, sobre todo aquellas que han adoptado medidas drásticas desde hace mucho tiempo, pero “ni todas ni todas a la vez". Entre los factores de riesgo figura el de las variantes, en concreto la británica, que es la que ocupa espacio en España, y que podría provocar "incrementos más rápidos que en otras olas, o como en la tercera" si las medidas se relajan.

Mientras, nuevas autonomías han anunciado que ablandarán las restricciones más duras, como Castilla La-Mancha. Desde ayer, los castellanomanchegos podrán ir a bares, cerrados desde el pasado 18 de enero y que ahora abrirán hasta las 21.00. La hostelería regresa también a Extremadura pero con toque de queda a partir de las 18:00 horas tras un mes y medio sin abrir la hostelería al completo, que además levanta el cierre perimetral. También aflojará la presión Galicia, pero hasta el lunes se desconoce "en qué medida". El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, habló de una "una apertura gradual y prudente"

En Galicia los últimos datos ponen sobre la mesa una incidencia de 462 casos y una saturación de los cuidados intensivos del 29%. En Islas Baleares el Govern autorizará la reapertura de las grandes superficies comerciales de Mallorca a partir del próximo lunes con aforo restringido al 30% y mantiene el cierre de la restauración en Mallorca, Ibiza y Formentera hasta el 2 de marzo. Lejos quedan todas sus incidencias acumuladas de las de otros países como Francia, Alemania o Grecia que sí han apostado por continuar con las restricciones más fuertes. Por contra, Castilla y León aún ve lejos la desescalada y la Comunidad Valenciana prorrogará hasta el 1 de marzo el cierre total de bares y restaurantes, el de los comercios a las 18 horas y el perimetraje de las grandes ciudades.

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