Guillermo de Inglaterra visita Australia por primera vez desde la infancia

  • Sídney (Australia).- El príncipe Guillermo de Inglaterra llegó hoy a Australia, país al que no había vuelto desde la infancia y que, sin embargo, lo prefiere como rey a su padre cuando muera la reina Isabel II, según la última encuesta.

Guillermo de Inglaterra visita Australia por primera vez desde que era niño
Guillermo de Inglaterra visita Australia por primera vez desde que era niño

Sídney (Australia).- El príncipe Guillermo de Inglaterra llegó hoy a Australia, país al que no había vuelto desde la infancia y que, sin embargo, lo prefiere como rey a su padre cuando muera la reina Isabel II, según la última encuesta.

Rodeado de fuertes medidas de seguridad, el príncipe Guillermo desembarcó en el aeropuerto de Sídney procedente de Nueva Zelanda, donde le recibió la "premier" del gobierno del estado de Nueva Gales del Sur, Kristina Keneally.

"Yo soy republicana, pero el príncipe Guillermo es un joven con mucha personalidad. Ha sido, de hecho, encantador", comentó Keneally a los periodistas tras la conversación que mantuvieron.

La jefa de Gobierno subrayó la pasión que el príncipe demuestra por las causas humanitarias y dijo que le había confesado tener muchas ganas de conocer a miembros de la comunidad aborigen de la ciudad.

Su deseo se cumpliría unas horas después, tras almorzar con la gobernadora general y representante de la Reina de Inglaterra en Australia, Quentin Bryce, y unos veinte ilustres australianos menores de 30 años, como los cantantes Delta Goodrem y Lucy Duracky los deportistas Matthew Mitcham y Rocky Elsom.

Unas 2.000 personas esperaban al príncipe Guillermo en el barrio aborigen de Redfern, junto a un enorme dispositivo policial, que incluía agentes de paisano, perros y policía montada en caballo y bicicleta, así como centenares de periodistas.

"Tío Max", como le conocen los aborígenes, se encargó de oficiar la ceremonia tribal en la que bebió te y charló con los sabios ancianos. En el centro comunal, le agasajaron con un escudo de madera.

El príncipe pasará tres días en Australia, donde visitará mañana varias poblaciones afectadas por los incendios forestales del "Sábado Negro", que costaron la vida a 173 personas en febrero de 2009.

Se reunirá también con el primer ministro australiano, Kevin Rudd, quien ha manifestado su intención de tomarse juntos unas cervezas, y viajará a Melbourne, desde donde regresará un día a Londres.

El segundo en la línea sucesoria a la corona británica estuvo por última vez Australia en 1983, cuando tenía un año, acompañado por sus padres: el príncipe Carlos y la fallecida Diana de Gales.

Desde entonces, el apoyo a la monarquía en Australia ha conservado su superioridad sobre la alternativa republicana, aunque el prestigio de los miembros de la Familia Real ha variado.

Según una encuesta publicada hoy, el 45 por ciento de los entrevistados apoyó que la jefatura del Estado australiano recaiga en la Corona inglesa, por un 43 por ciento que se opuso.

La mayoría de los encuestados deseó que el próximo rey de Inglaterra sea Guillermo y no su padre, Carlos, aunque las simpatías pueden cambiar en el futuro.

El Movimiento Republicano Australiano lanzó hoy una campaña que denuncia que el príncipe Guillermo se encargó de anunciar y apoyar la candidatura de Inglaterra para ganar la sede del Mundial de Fútbol de 2018, cuando ni ha reconocido la candidatura australiana para el mismo acontecimiento.

"Tener un futuro jefe de Estado que hace presión contra los intereses de este país es inaceptable para cualquier nación soberana. Ofende la independencia y las aspiraciones de los australianos", aseguró este movimiento a través de un comunicado.

La acogida del príncipe Guillermo en Australia ha sido similar a la que tuvo en Nueva Zelanda, donde vistió ropas tribales para presenciar una "haka" o danza tradicional maorí y asistió a la inauguración de la nueva sede del Tribunal Supremo.

Frente a cerca de 4.000 simpatizantes que fueron a saludarle, apenas decenas de republicanos neozelandeses se manifestaron contra la visita.

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