¿Hay algo más peligroso que una clienta descontenta?

Pedir pescado en un restaurante siempre es arriesgado. Es uno de los alimentos más complicados de cocinar, y es fácil que no salga al gusto del consumidor. Pero una clienta no se lo debió pensar mucho antes de pedir besugo en un restaurante de Vitoria (Álava).

"No le gustó el besugo". Así explica la Policía Local el origen del conflicto por el que la clienta, de 65 años, termino la tarde en comisaría.

La mujer, bajo los efectos del alcohol, decidió marcharse del local sin pagar porque el pescado estaba malo, según ha contado un trabajador del restaurante al periódico local El Correo.

Camareros y cocinero intentaron frenar a la pareja que se iba sin pagar. Entonces, la que minutos después acabaría en comisaría, agredió a los trabajadores con el ramo de flores que llevaba.

Cuando llegaron los agentes y el conflicto parecía haber terminado, la vecina de Vitoria se puso a golpear el coche de la policía mientras les gritaba amenazas e insultos. Los agentes terminaron deteniéndola por desobediencia y resistencia a la autoridad.

Hace poco conocímos otro caso de 'sinpa' que ha terminado mal para el culpable. En este caso el protagonista fue un turista gallego que estuvo tres meses sin pagar los hoteles en los que se alojaba.