HRW apremia a Europa a combatir la esclavitud moderna ante Primero de Mayo

  • La ONG internacional Human Rights Watch apremió hoy a los gobiernos europeos a combatir con determinación el trabajo forzado al mismo tiempo que recordaba que 21 millones de personas en todo el mundo sufren esta forma de esclavitud moderna.

Berlín, 30 abr.- La ONG internacional Human Rights Watch apremió hoy a los gobiernos europeos a combatir con determinación el trabajo forzado al mismo tiempo que recordaba que 21 millones de personas en todo el mundo sufren esta forma de esclavitud moderna.

Los gobiernos europeos deberían celebrar el Día del Trabajo expresando su compromiso con la modificación del tratado sobre trabajo forzado, apunta esa ONG, en un comunicado emitido desde Berlín, en la víspera del Primero de Mayo.

HRW se remite a las cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), según las cuales casi 21 millones de mujeres, hombres y niños en todo el mundo están empleados en condiciones de trabajo forzado, de los que 880.000 corresponden a territorio de la UE.

A ese cómputo se añaden otros 1,6 millones de europeos extracomunitarios, tanto en el centro y sudeste de Europa como en la Comunidad de Estados Independientes (CEI) o exrepúblicas soviéticas.

Millones de personas en todo el mundo continúan atrapadas en condiciones aberrantes de explotación, apunta el comunicado de HRW, al mismo tiempo que se insta a los gobiernos a la adopción de estándares más rigurosos contra esta situación.

Los países europeos deberían liderar esa iniciativa, continúa la ONG, que se remite al Convenio 29 sobre Trabajo Forzoso de la OIT, adoptado en 1930, que ha sido ratificado por 177 países.

Muchas de sus disposiciones necesitan ser actualizadas, a juicio de la ONG, que apremia a tomar las medidas pertinentes para ello en la reunión que mantendrán el próximo junio, en Ginebra, gobiernos y agentes sociales, bajo los auspicios de la OIT.

HRW destaca la división entre los países que están dispuestos a adoptar disposiciones vinculantes -como Alemania, Brasil, China, Estados Unidos, Francia, Grecia, México, Rusia y Sudáfrica- y los que prefieren "recomendaciones" -entre ellos, Argentina y España, así como Noruega, Holanda, Suecia y Reino Unido.

A juicio de la ONG, la actualización de los estándares globales sobre trabajo forzado complementaría la lucha contra la trata de personas, ya que, argumenta, ambos fenómenos tienen numerosos puntos de contacto.

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