HRW denuncia el bloqueo de ayuda humanitaria a refugiados kachin en Birmania

  • Human Rights Watch (HRW) acusó hoy al Gobierno de Birmania (Myanmar) y a la guerrilla kachin de bloquear la ayuda humanitaria a miles de civiles desplazados en el estado Kachin, en el norte del país, por los combates entre el Ejército y los rebeldes de esta minoría.

Bangkok, 20 mar.- Human Rights Watch (HRW) acusó hoy al Gobierno de Birmania (Myanmar) y a la guerrilla kachin de bloquear la ayuda humanitaria a miles de civiles desplazados en el estado Kachin, en el norte del país, por los combates entre el Ejército y los rebeldes de esta minoría.

En el informe "Miserias inexplicadas", basado en dos visitas sobre el terreno y un centenar de entrevistas a refugiados, HRW denunció los ataques indiscriminados y abusos de tropas gubernamentales contra la población civil, incluido el bombardeo de aldeas, torturas, violación de mujeres y uso de menores como porteadores.

También acusó al Ejército para la Independencia Kachin (EIK), la guerrilla étnica, de perpetrar abusos como el empleo de niños soldados y minas antipersonal.

"El Ejército Birmano ha cometido abusos sin restricción en el estado Kachin mientras el Gobierno bloquea la ayuda humanitaria a los más necesitados", dijo la vicedirectora de HRW en Asia, Elaine Pearson.

"Ambos, el Ejército y los rebeldes kachin, deben actuar para prevenir que la situación de los civiles todavía empeore más", añadió Pearson que pidió la implicación de la comunidad internacional y de Naciones Unidas para investigar los abusos perpetrados por las dos partes.

Según la organización, los combates han provocado unos 75.000 desplazados que se encuentran "desesperadamente en necesidad de comida, medicinas y alojamiento".

De estos, unas 45.000 personas se encuentran repartidos en unos 30 campos en zonas controladas por la guerrilla a lo largo de la frontera con China donde el Gobierno ha permitido acceso una sola vez a agencias de Naciones Unidas.

Los kachin forman parte de la casi veintena de etnias birmanas y representan una población cercana a 1,2 millones de personas.

El EIK, que cuenta con entre 7.500 y 8.000 combatientes, empezó la lucha armada en 1961 y acordó un alto el fuego en 1994, que duró hasta 2010.

En los últimos meses el Gobierno birmano firmó acuerdos de alto al fuego con varias guerrillas como el Ejército del Estado Shan-Sur, el Frente Nacional Chin o la Unión Nacional Karen pero las negociaciones con los kachin por ahora han fracasado.

Birmania, después de medio siglo de regímenes militares, atraviesa una etapa de reformas desde que la última junta se disolvió y entregó el poder a un gobierno civil formado, en su mayoría, por exgenerales.

"Queda un largo camino antes de que la gente de Birmania, en particular la de zonas en conflicto, se beneficie de las recientes promesas de reforma", dijo Pearson.

"La comunidad internacional no debería ser complaciente ante la seriedad de las violaciones de los derechos humanos en Birmania", concluyó.

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