Identificar a los suicidas, prioridad de la investigación sobre los atentados de París

La investigación sobre los atentados de París se prevé larga y deberá determinar en primer lugar cómo pudieron coordinarse los ocho terroristas para perpetrar las matanzas de París, en nombre del grupo yihadista Estado Islámico (EI). Los restos de los suicidas que se inmolaron en el boulevard Voltaire, la sala de espectáculos Bataclan y el Estadio de Francia, serán trasladados al Instituto de Medicina Legal. Los investigadores esperan encontrar rastros de ADN o huellas que coincidan con la información disponible en el fichero nacional de delincuentes.

Ya se conoce la identidad de uno de los asaltantes de la sala de espectáculos Bataclan, donde murieron al menos 100 personas, según AFP. Se trata de un francés fichado por los servicios de inteligencia, cuya identidad no se ha hecho pública de momento aunque, según una fuente cercana al caso, el individuo podría tener unos 30 años. Además, los investigadores hallaron un pasaporte sirio cerca del cuerpo despedazado de uno de los autores de Bataclan.

Según fuentes policiales, los testigos afirmaron haber visto a unos asaltantes que llegaron en un coche matriculado en Bélgica, lo cual deja abierta la hipótesis de un equipo procedente de fuera de Francia, sin excluir que algunos de los atacantes fuera francés."Bastante jóvenes y seguros de sí mismos"

Una fuente policial aseguró que los autores de los ataques eran "a primera vista unos tipos curtidos y perfectamente entrenados, que los testigos describen como bastante jóvenes y seguros de sí mismo". Los investigadores estudian una posible estancia de los suicidas en zonas yihadistas, en particular en Siria.

La coordinación de los atentados no deja lugar a dudas: el proyecto ha sido concebido para conmocionar a la gente y sembrar el pánico. Esos ataques suponen un antes y un después respecto a anteriores atentados, como el de Charlie Hebdo en enero ya que cambió por completo el 'modus operandi' (kamikazes), sus objetivos (atentados indiscriminados y no contra un grupo determinado: periodistas, judíos, etc.) y también su escala (ataques simultáneos en varios lugares).

En agosto, un francés detenido a su regreso de Siria, donde había pasado unos días en Raqa, un bastión del EI, mencionó unas instrucciones para atentar contra una sala de conciertos. La localización de apoyos logísticos y posibles comanditarios dependerá de las huellas que dejaron los kamikazes. El uso de cinturones explosivos es inédito y deja suponer la presencia de un artificiero. "El especialista en explosivos es demasiado valioso, no participa nunca en los ataques. Así que está allí, en alguna parte...", opina un antiguo responsable de los servicios de espionaje franceses, Claude Chouet, contactado por la AFP.