Informe del PCCh afirma que la caída de Bo se debió a la ambición de su mujer

  • Un informe interno del Partido Comunista de China (PCCh) en torno a las investigaciones a Bo Xilai, ex dirigente comunista que afronta ahora acusaciones de corrupción y otros delitos, asegura que fue la ambición de poder y dinero de su esposa, Gu Kailai, la que causó su caída en desgracia.

Pekín, 30 sep.- Un informe interno del Partido Comunista de China (PCCh) en torno a las investigaciones a Bo Xilai, ex dirigente comunista que afronta ahora acusaciones de corrupción y otros delitos, asegura que fue la ambición de poder y dinero de su esposa, Gu Kailai, la que causó su caída en desgracia.

Según el diario "South China Morning Post", que cita fuentes anónimas del PCCh cercanas a la investigación, Gu, condenada a muerte en agosto por el asesinato de un empresario británico, era "poderosa y avariciosa" y "causó la ruina de su marido", hasta el año pasado uno de los políticos más prometedores del régimen.

Además, según estas fuentes fueron las presiones de Gu las que obligaron a Bo a ascender a Wang Lijun -quien a la postre destapó los escándalos, al refugiarse el pasado febrero en un consulado de EEUU- a jefe policial de Chongqing, la municipalidad que gobernó Bo desde 2007 hasta marzo de 2012.

Los informes aseguran que Bo aceptó sobornos por valor de unos 20 millones de yuanes (3,1 millones de dólares), aunque algunas fuentes aseguran que en reuniones para discutir el complejo caso del defenestrado líder se mencionaron cifras hasta 10 veces mayores.

Algunos de los sobornos consistieron en bienes inmuebles, como dos apartamentos en Pekín regalados a Bo por un empresario, señala la información de "South China Morning Post".

Bo, también ex ministro de Comercio chino, fue expulsado esta semana del PCCh y de la Asamblea Nacional Popular (el macroparlamento), lo que retira su inmunidad parlamentaria y transfiere definitivamente su caso a la Justicia.

Tras desvelarse el destino del político, después de meses de incertidumbre (aunque ya fue suspendido de sus cargos en marzo), la prensa oficial y los medios afines han comenzado a publicar artículos muy críticos con Bo, que durante años fue uno de los políticos más carismáticos del régimen dentro y fuera del país.

El diario "Guangming Daily", dependiente del PCCh, publica hoy un artículo en el que critica duramente la política de Bo en Chongqing, donde intentó recuperar una estética maoísta que a algunos observadores sonó a recuperación de la Revolución Cultural.

"Bo gobernó Chongqing con mano de hierro, aquéllos que le seguían prosperaban y los que no morían", señala el diario, afirmando que Bo no supo aprender de los errores de la Revolución Cultural, de la que su familia fue víctima (su padre fue perseguido y él mismo pasó cinco años en la cárcel).

La tendencia "maoísta" de Bo ya fue criticada públicamente, en un raro caso de enfrentamiento entre líderes comunistas, por el primer ministro Wen Jiabao en marzo, cuando aseguró que China "no podía volver a los errores de la Revolución Cultural"; un día después, el prometedor dirigente era destituido y se iniciaba su declive.

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