Hasta el sábado

Tras la gran nevada puede llegar la gran inundación: último golpe de Filomena

A partir del miércoles se esperan lluvias que no serán torrenciales pero sí arrastrarán gran parte del hielo que se ha formado y que a día de hoy puede impedir el perfecto funcionamiento del alcantarillado. 

El problema de las alcantarillas sepultadas bajo el hielo
El problema de las alcantarillas sepultadas bajo el hielo
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Cuando parecía que el caos originado por la borrasca Filomena en Madrid podría empezar a solventarse, la previsión meteorológica da otro quebradero de cabeza al ayuntamiento de la capital de España. Se están dando todas las circunstancias para que tras la gran nevada se pueda producir la gran inundación, si las alcantarillas de la ciudad no están lo suficientemente despejadas como para 'tragar' todo el agua que se generará mañana miércoles cuando está previsto que las lluvias lleguen a la zona centro de la Península de la mano de la borrasca Christoph. No serán torrenciales, pero sí lo suficiente como para arrastrar  las placas de hielo que desde hoy empezarán a perder espesor debido al aumento paulatino de las temperaturas.  

El problema es, y el Ayuntamiento dirigido por Martínez-Almeida lo sabe, que gran parte de esos 'desagües' de la ciudad - imbornales, alcantarillas...-a día de hoy sigan taponados o bajo una espesa capa de hielo. Borja Carabante, delegado de Medio Ambiente y Movilidada, asegura a los medios que ya está en  marcha un plan con carácter preventivo "en el que 320 personas" trabajan pico y pala para evitar esos taponamientos y que se acumule más agua de la que se pueda evacuar. Según el director de El Tiempo de Antena 3 Noticias, Roberto Brasero, "no se esperan precipitaciones de más de cinco litros por metro cuadrado pero esa cantidad se puede llegar a triplicar en cuanto entre en contacto con la nieve y empiece el deshielo", puntualiza a La Información.  

La nieve y el su mayoría el hielo se acumula en una calle madrileña 10 días después de la nevada
La nieve y el su mayoría el hielo se acumula en una calle madrileña 10 días después de la nevada

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Filomena dejó 50 litros por metro cuadrado en forma de nieve que se ha ido manteniendo por la ola de frío que llegó después. Ahora todo cambia y un nuevo frente hará que todo se derrita quizá más rápido de lo esperado, lo que pondrá a prueba de nuevo a un Madrid que todavía no se ha repuesto de la llegada de la primera borrasca del año. En este sentido Carabante anuncia "un mapa con las zonas en las que durante los últimos cinco años más embolsamientos de agua se han producido para priorizar ahí los trabajos previos y posteriores". Otro punto que se está revisando son los desagües de los túneles de la ciudad para evitar lo que muchas veces ocurre: cerrados por inundaciones. En todos los distritos hay algún punto más preocupante. En total hay 404 zonas consideradas 'rojas' y por distrito los más afectados son "Chamartín y Moncloa".  

Los imbornales hay que despejarlos de hielo, basura o ramas
Los imbornales hay que despejarlos de hielo, basura o ramas

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Responden a este medio desde el Canal de Isabel II con un dato que en principio es tranquilizador, pero solo en principio. A día de hoy gestiona 346.000 imbornales en la Comunidad de Madrid -120.000 en la capital- y "son los únicos elementos de la red de alcantarillado que están visibles a pesar de la nevada". Explican que "puesto que la temperatura del agua que circula por las redes es más elevada (debido a la temperatura del agua de lavadoras, lavavajillas, duchas, fregaderos…) esto hace que ese vapor que se forma derrita la nieve que se encuentra sobre ellos". Dato decíamos esperanzador para recoger todo el agua que se acumule desde el miércoles hasta el sábado, día previsto para que deje de llover,  pero ¿y si alguno sí está bloqueado?

Es otro de los grandes retos a los que se enfrentan ahora desde el ayuntamiento de Madrid. Los vecinos de una calle muy cercana a Arturo Soria (Faustina Peñalver) siguen sin entender cómo diez días después de que la nieve empezara a colapsar Madrid, y pese a los avisos enviados al ayuntamiento para que se pasaran a retirar la nieve, los árboles caídos, las ramas sobre los vehículos y las toneladas de basura que siguen acumulándose, "seguimos aislados", relatan a La Información. Temen por la lluvia, que puede inundar una calle que es de bajada y de saco. No sería de extrañar que ahí el agua les llegara a los tobillos el miércoles si antes no se pone remedio. 

Toneladas de basura acumuladas en una calle cercana a Arturo Soria
Toneladas de basura acumuladas en una calle cercana a Arturo Soria

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Recuerda Brasero lo que sucedió un día similar en precipitaciones al que se espera sea mañana. El pasado 24 de septiembre se recogieron hasta 17 litros por metro cuadrado y en aquella ocasión se inundó el metro teniendo que cortar las líneas 2, 4, 7 y 10. Los subterráneos y pasadizos serán otro punto del que haya que estar muy pendiente si en superficie no se logra canalizar correctamente el agua. En la misma línea el portavoz socialista de Medio Ambiente y Movilidad en el Ayuntamiento de Madrid, Ignacio Benito, ha instado al Gobierno municipal a que aceleren los trabajos de limpieza y retirada de basuras porque el agua puede arrastrar residuos hacia bocas de alcantarillado y desagües y podría provocar "inundaciones en la M-30, el Metro, bajos de edificios, garajes, instalaciones deportivas y túneles". Es una de las principales quejas de esos vecinos que temen por su salud si todas las bolsas de basura que les rodean acaban flotando. 

Coche sepultado en una calle cercana a Arturo Soria
Coche sepultado en una calle cercana a Arturo Soria

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Y el problema no solo está en las bolsas de basura que todavía quedan por la capital -ya se han recogido 20.000 toneladas pero los camiones no pueden acceder a todos los puntos-, sino en las numerosas ramas que también podrían ser arrastradas y taponar las alcantarillas así como suponer un nuevo peligro para la ciudadanía ya que las lluvias no llegarán solas. Desde hoy empieza a entrar un tren de borrascas por el oeste de la Península que mañana ya estarán en la zona centro acompañadas de vientos no muy fuertes, 40-50 km/h, pero suficientes para empeorar el panorama de los árboles ya están dañados por la nieve. Algunos podrán terminar de romperse y muchas ramas podrían salir por los aires de no solucionarlo con tiempo. Su señalización y balizamiento también urgen.

Y todo tendrá lugar el día que está previsto que los colegios madrileños vuelvan a abrir sus puertas después de estar cerrados por la gran nevada. Ayer se conoció que un total de ocho centros de la capital presentan algún daño estructural por el temporal, si bien no se descarta que puedan abrir sus puertas con zona acordonada, según la vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís. En total, se han limpiado ya de nieve y hielo tanto los accesos como el interior de 273 colegios, por lo que quedarían 48 por limpiar para que los alumnos puedan volver a las aulas el día en el que Filomena dará su último golpe: empieza un deshielo que puede acabar en una gran inundación.

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