Investigadores del cnio participan en un estudio americano de medicina personalizada


El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) participa en un estudio sobre medicina personalizada que se está realizando en Estados Unidos para recabar toda la información que hoy es posible obtener de un organismo a escala molecular, y que confirma que esta información sirve para mejorar "la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento de enfermedades".
El trabajo, que se publicará mañana, viernes, en la edición de papel de "Cell", quiere ir más allá del análisis de los genes y examinar lo que ocurre en cada organismo a escala molecular con el fin de ver, por ejemplo, qué proteínas se sintetizan o qué anticuerpos circulan por el torrente sanguíneo.
"No se trata de medir unas cuantas proteínas, como en un análisis de sangre convencional, sino las miles de proteínas que se expresan en un organismo en un momento concreto", especifican los autores.
Para esclarecer si de la "cantidad ingente de datos" recogidos es posible extraer información médica útil, el director de la investigación, Michael Snyder, se ofreció a ser "conejillo de indias".
Snyder, director del Centro de Genómica y Medicina Personalizada de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), sometió su genoma a un análisis detallado y descubrió que presenta un riesgo "moderadamente elevado" de tener una enfermedad coronaria.
El estudio revela, además, que el investigador tiene también un riesgo "significativamente elevado" de desarrollar hipertrigliceridemia, diabetes y un carcinoma de células basales -un tipo de cáncer de piel con una alta tasa de curación si se trata a tiempo-.
Para María Blasco, directora del CNIO, "este trabajo muestra cómo las enfermedades son resultado del perfil genético de la persona y de la interacción con el ambiente.
"Aún sabemos muy poco de esa correlación, estamos en el principio del uso de la información del genoma humano, tanto para la prevención, como para el tratamiento de enfermedades, pero lo que empezamos a ver, la punta del iceberg, es fascinante", comenta.
Blasco, como Mercedes Gallardo, que trabaja también en el CNIO y colabora con LifeLength, a su vez partícipe de la investigación, sostienen que aún es pronto para que toda la batería de pruebas a la que se ha sometido Snyder se aplique a todos los pacientes, pero ambas creen que "se hará en un futuro, y que todos sabremos al nacer nuestro riesgo de padecer determinadas enfermedades y podremos actuar para prevenirlas".
"A la larga el coste de todos estos análisis se compensará, porque permitirán identificar los tratamientos realmente eficaces para cada paciente y con menos efectos secundarios", añade Gallardo, que insiste en que ése es el objetivo de la medicina personalizada.
En lo que respecta a Snyder, asegura que "es magnífico disponer de toda esta información [sobre uno mismo]". "Mis hábitos alimentarios son completamente distintos y monto en bicicleta el doble de lo que solía", concluye.

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