Investigadores del CSIC identifican bases moleculares de arsénico en plantas

  • Investigadores del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del CSIC han identificado las bases moleculares de la percepción de arsénico en las plantas, un paso clave en el camino para impedir que esta sustancia se trasmita a las mismas e, indirectamente, a las personas.

Madrid, 16 ago.- Investigadores del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del CSIC han identificado las bases moleculares de la percepción de arsénico en las plantas, un paso clave en el camino para impedir que esta sustancia se trasmita a las mismas e, indirectamente, a las personas.

Según ha señalado el CSIC en una nota, cuando las plantas detectan arseniato (combinación de ácido arsénico con una base) y que es "uno de los carcinógenos más potentes que se conocen", impiden de forma inmediata su captación por las raíces mediante la represión y deslocalización del transportador de fosfato.

La presencia de arsénico en la naturaleza, debido a las erupciones volcánicas, ha sido una de las amenazas más importantes para el desarrollo de la vida en la Tierra.

El arsénico está presente en los suelos y puede ser solubilizado en las aguas subterráneas, lo que expone a los organismos a la contaminación.

Según el CSIC, la exposición a arsénico es responsable del envenenamiento masivo más importante que ha sufrido la humanidad en toda su historia que se produjo en Bangladesh al principio de la década de los 80.

En plantas, la tolerancia al arsénico es esencial para su supervivencia ya que la forma química más abundante en la tierra (el arseniato) guarda una gran similitud con el fosfato y las plantas lo incorporan fácilmente a sus células a través de los transportadores de fosfato.

En el CNB, el grupo dirigido por Antonio Leyva estudia las bases moleculares de los mecanismos de percepción de arsénico en plantas con el fin de identificar y desarrollar plantas que eviten la exposición de este carcinógeno a los seres vivos.

En este trabajo, merecedor de un comentario especial por parte de los editores de la revista "Plant Cell", el grupo de Leyva ha descubierto que cuando las plantas detectan el arseniato impiden de forma inmediata su captación mediante la represión y deslocalización del transportador de fosfato.

En colaboración con otros dos grupos del CNB, han podido además descubrir que el arseniato provoca la activación masiva de transposones, unos elementos del ADN móviles capaces de "saltar" de un sitio a otro del genoma en respuesta a estrés y por tanto actuar como agentes mutagénicos.

Estos resultados indican que las plantas poseen un mecanismo de percepción del arseniato que controla la activación de transposones y la incorporación del arseniato, lo que proporciona un sistema integrado de tolerancia y de estabilidad genómica.

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