Investigan como reducir impacto del mobiliario en casas durante un terremoto

  • El Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines (AIDIMA) investiga cómo minimizar, en caso de terremoto, los riesgos por impacto del mobiliario del interior de las viviendas, que provoca el 50 por ciento de las lesiones y muertes en caso de un movimiento sísmico.

Valencia, 11 may.- El Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines (AIDIMA) investiga cómo minimizar, en caso de terremoto, los riesgos por impacto del mobiliario del interior de las viviendas, que provoca el 50 por ciento de las lesiones y muertes en caso de un movimiento sísmico.

Según un comunicado de Aidima, con sede en Valencia, un estudio afirma que los enseres y muebles de las casas son la causa de la mitad de las lesiones y muertes provocadas por terremotos, cifra que fluctúa dependiendo de la intensidad del seísmo y del acondicionamiento de las casas ante este tipo de siniestros.

Se trata de un estudio preliminar del proyecto de investigación europeo "SISMILE" sobre cómo minimizar desde el diseño y la producción de mobiliario la incidencia de elementos no estructurales en la seguridad de las personas ante los terremotos.

El informe afirma que el mobiliario es el arma más destructiva, seguido de cristales y platos, elementos como los cuadros y figuras o las perchas de los armarios y electrodomésticos como el microondas, televisión, ordenador o nevera.

El proyecto, impulsado por Aidima junto a ocho entidades y universidades de Rumanía, Bulgaria, Turquía, Grecia, Italia y España, países situados en zonas de riesgo sísmico, pretende elaborar un compendio de contenidos sobre las consecuencias de estos desastres naturales en las personas provocados por el mobiliario.

El objetivo es desarrollar un sistema de aprendizaje sobre diseño y producción de elementos no estructurales mediante el estudio, análisis y simulación de lo que ocurre en el interior de las viviendas durante los seísmos.

El documento está basado en la información recopilada por organismos japoneses y europeos y establece criterios diferenciados en función de las áreas de riesgo y experiencia en los siniestros.

En el caso europeo indica que estos elementos no estructurales "no han sido tenidos en cuenta ni desde la formación profesional, ni desde la ciencia sismológica".

En este sentido, considera que es una situación "que hay que mejorar en un área de riesgo con 260 millones de habitantes y con desastres que ya han provocado más de 300.000 muertes".

El proyecto SISMILE, "Aumento de las habilidades profesionales para hacer frente a los riesgos por terremotos en el interior de los edificios", está financiado por la Dirección General de Educación y Cultura de la Unión Europea a través del Programa de Aprendizaje Permanente "Leonardo da Vinci - Proyectos Multilaterales: Desarrollo de la Innovación", y concluirá a finales de 2013.

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