La ley, aprobada en diciembre por el congreso estadounidense y promulgada por el presidente Barack Obama, prevé que los turistas de 38 países, 30 de ellos europeos, ya no podrán entrar sin visado a Estados Unidos en el caso de que hayan viajado a Irán, Irak, Siria o Sudán.
"Si no la cambian, Irán tomará medidas de reciprocidad", dijo el presidente del parlamento Ali Larijani antes los diputados, sin precisar cuáles serían.
Irán, que cada vez recibe más turistas, ha simplificado recientemente su política de visados, aunque los ciudadanos de once países (entre ellos Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña) siguen sin poder recibir visados a su llegada.
Según Larijani la nueva ley estadounidense es un "acoso" contra Teherán y tiene el objetivo de "perjudicar" el acuerdo histórico del año pasado, en el que Teherán renunció a su programa nuclear a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales que pesan sobre la economía de Irán.
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