Tras un acuerdo con la Fiscalía 

Tres jóvenes que estafaron a Amazon 350.000 euros aceptan un año de cárcel 

Los acusados abrían una reclamación indicando que el producto había llegado en malas condiciones y solicitaban la devolución. Después los jóvenes entregaban en Correos una caja sin el producto. 

Un año de cárcel para los tres jóvenes que estafaron 350.000 € a Amazon
Tres jóvenes que estafaron 350.000 euros a Amazon aceptan un año de prisión. 
Europa Press

Los tres jóvenes que estafaron 350.000 euros a Amazon realizando falsas devoluciones de productos desde Mallorca han alcanzado un acuerdo con Fiscalía y deberán cumplir una condena de un año de cárcel. Además, tendrán que devolver a la multinacional el dinero sustraido y pagar una multa de 1.080 euros.  El trío formado por dos hermanos y un amigo suyo, estaban citados para una vista por la mañana en la Audiencia Provincial de Baleares. Antes de llegar a juicio ya habían reconocido los hechos y se mostraron dispuestos a devolver el dinero a la plataforma de ventas online.

Por su parte, Amazon se retiró del procedimiento una vez que cobró la indemnización reclamada. Los acusados pagaron parte de los 350.000 euros con cantidades en bitcoins embargadas en el procedimiento, que el Juzgado convirtió a euros antes del desplome de la criptomoneda.

Una estafa de película

Los hechos tuvieron lugar entre 2017 y julio de 2019. Los tres jóvenes, que reconocieron la autoría del crimen al momento, urdieron un método para beneficiarse de los productos de Amazon, aprovechándose de su política de devolución inmediata. 

Así, ofrecían los productos en plataformas de compraventa a un precio por debajo del habitual, y cuando alguien pagaba por él, ellos lo compraban a Amazon, indicando en el envío la dirección del comprador, a veces reenviándolo mediante otra empresa.

A continuación, los acusados abrían una reclamación a la multinacional indicando que el producto había llegado en malas condiciones, o que no lo querían, solicitando la devolución. Una vez que Amazon generaba la etiqueta de envío, los jóvenes acudían a una oficina de Correos con el código y entregaban una caja sin el producto, vacía o con otro objeto en su interior para simular el peso del producto.

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