Jóvenes hispanos seguirán discurso del Estado de la Unión con la primera dama

  • Una estudiante beneficiaria del programa de acción diferida, un joven de origen puertorriqueño del Bronx, que pese a las dificultades familiares logró graduarse y estudia Ciencias Políticas, y una científica guatemalteca seguirán el discurso del Estado de la Unión con la primera dama de EE.UU., Michelle Obama.

Washington, 20 ene.- Una estudiante beneficiaria del programa de acción diferida, un joven de origen puertorriqueño del Bronx, que pese a las dificultades familiares logró graduarse y estudia Ciencias Políticas, y una científica guatemalteca seguirán el discurso del Estado de la Unión con la primera dama de EE.UU., Michelle Obama.

Entre las más de veinte personas invitadas por la esposa del presidente estará Ana Zamora, una joven "soñadora", como se conoce a los niños inmigrantes indocumentados que tras llegar a EE.UU. han crecido y estudiado en el país, y han podido regularizar su situación por un decreto presidencial conocido como acción diferida.

Zamora, de 21 años, todavía no se lo puede creer: "Estoy feliz, muy emocionada", aseguró en declaraciones a Efe en la Casa Blanca, horas antes de asistir al discurso que anualmente pronuncia el presidente estadounidense ante el pleno del Congreso para delinear las políticas que seguirá durante el próximo año.

Después de acogerse a este programa la joven "soñadora", que llegó al país con un año, escribió una carta al presidente Barack Obama en la que agradeció al mandatario el poder tener acceso a un número de seguro social, a obtener una licencia de conducir y un permiso para trabajar.

"Por fin soy una persona", escribió.

A la joven de origen mexicano y estudiante de la Universidad de Northwood (Texas) le gustaría reiterar su agradecimiento en persona a la primera dama, pero también "decirle que todavía necesitamos más, necesitamos un camino hasta la residencia", ya que ese programa es una medida temporal.

Curiosa y viva, supo desde muy pequeña que era indocumentada. "Siempre hice muchas preguntas creciendo y las sigo haciendo", dijo sonriente, pero también desde ese momento, contó, "supe que iba a tener que trabajar mucho más duro que cualquier persona que estuviera alrededor de mí".

Ha sentido miedo, confesó, y ha temido por la deportación de sus padres, que ahora se podrán beneficiar de las medidas ejecutivas que decretó Obama a finales de 2014 para dar un alivio temporal a los inmigrantes documentados que fueran padres de ciudadanos estadounidenses. Zamora tiene dos hermanos nacidos en EE.UU.

Nunca ha viajado a su ciudad natal, San Luis de Potosí (México), pero le gustaría conocer su tierra. "Para mí eso sería una bendición muy grande, tenemos familia allá y quisiera poder conocerlos", dijo.

En la tribuna también estará Nicole Hernández, una inmigrante guatemalteca que investiga el impacto del cambio climático en comunidades hispanas, y Anthony Méndez, un joven del neoyorquino barrio del Bronx, que tras años de sacrificios ha ingresado en la Universidad de Hartford, donde estudia Ciencias Políticas.

A sus 19 años, Méndez ha vivido la muerte de su mejor amigo en una tienda en el Bronx, el desahucio de su familia, que le llevó a vivir en un refugio, y a hacer un trayecto de 4 horas para poder continuar en la escuela, aunque también se ha convertido en el primer universitario de su familia.

"Fue difícil pero estamos aquí ahora", aseguró Méndez mientras recordaba los sacrificios que hizo por él y sus tres hermanos su madre, quien augura que su hijo será el primer presidente puertorriqueño del país.

"Quien sabe, nunca se sabe", dice con una tímida sonrisa el joven, que animó a otros jóvenes que puedan estar pasando por su misma situación a seguir adelante y buscar gente que pueda ayudarlos, porque "nadie puede hacerlo solo".

El joven reconoce que "hay días malos" en el camino, pero asegura que "hay que seguir adelante y no mirar atrás porque lo que pasa pasa y no se puede cambiar, de lo que tú tienes control es del futuro".

La guatemalteca Nicole Hernández, por su parte, que llegó a EE.UU. cuando tenía 4 años, se ha especializado en la vulnerabilidad de las ciudades ante el cambio climático y trabaja para concienciar a la sociedad sobre el impacto que tiene en la población hispana.

Hernández, que aseguró sentirse honrada por el reconocimiento de la Casa Blanca a su trabajo, se mostró "agradecida" y espera que haya "más oportunidades de avances para los latinos en este país".

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