Kenny cree que investigación sobre fosa debe extenderse a otros centros

  • El primer ministro irlandés, Enda Kenny, aseguró hoy que cualquier investigación sobre la muerte de casi 800 niños, cuyos cuerpos están en una fosa séptica cercana a un convento de monjas católicas, debe extenderse a otras casas de acogida regentadas por religiosas.

Dublín, 10 jun.- El primer ministro irlandés, Enda Kenny, aseguró hoy que cualquier investigación sobre la muerte de casi 800 niños, cuyos cuerpos están en una fosa séptica cercana a un convento de monjas católicas, debe extenderse a otras casas de acogida regentadas por religiosas.

El dirigente conservador efectuó esas declaraciones antes de la reunión que celebra el Gobierno de coalición entre conservadores y laboristas cada martes, al término de la cual podría anunciarse el comienzo de una investigación sobre un asunto que ha conmocionado al país.

"Creo que hay mucho más que esta casa de acogida", dijo Kenny en referencia a la fosa sin identificar donde se encuentra los restos de 796 niños, la mayoría bebés, en lo que antiguamente era un convento católico en Tuam, en el condado irlandés de Galway (oeste de Irlanda).

El "Toiseach" (primer ministro) indicó que su consejo de ministros estudiará hoy un informe elaborado por el titular de Asuntos del Menor, Charlie Flanagan, y decidirá "cuál es la mejor manera de proceder".

Un estudio del la historiadora Catherine Corless descubrió certificados de defunción que indican que cientos de niños yacen en el espacio que ocupaba un tanque séptico del edificio de Tuam conocido como "El Hogar", que acogía a madres solteras y que estuvo regido de 1926 a 1961 por la hermandad de monjas del Buen Socorro.

La investigadora sostiene que el hallazgo de los casi 800 esqueletos es solo la punta del iceberg y dice que el Gobierno irlandés tiene en su poder certificados de hasta 4.000 bebés que fueron enterrados en otras fosas sin identificar durante décadas.

En este sentido, el ministro de Gasto Público y Reforma, Brenda Howlin, afirmó hoy que el Gobierno "está cerca" de ordenar el comienzo de una investigación que "sea lo más amplia posible", lo que deja entrever que se abordará la situación en otras casas de acogida.

Entre las voces que han pedido urgentemente una investigación destaca la del arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, quien considera necesario "examinar toda la cultura que rodeaba los hogares de madres y bebés" pues "se está hablando de que allí se llevaban a cabo experimentos médicos".

Martin hacía referencia a un programa de vacunación experimental desarrollado por científicos entre 1960 y 1961 con 58 niños internados en tres centros de acogida del país.

A principios de este siglo este asunto comenzó a ser analizado dentro de las investigaciones ordenadas por el Gobierno de Dublín sobre las miles de denuncias de abusos psíquicos y sexuales cometidos contra menores por religiosos.

Las Justicia irlandesa, sin embargo, ordenó en 2003 detener las pesquisas sobre esas pruebas médicas a petición de los científicos implicados, que arguyeron que su reputación se vería dañada si salían a la luz.

Los resultados de esa campaña de vacunaciones experimentales fueron publicados por el prestigioso British Medical Journal en 1962.

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