Madrid, 15 nov.- El Consejo General de la Abogacía Española (CGAE) ha instado a sus organizaciones a "extremar el celo profesional" para detectar los casos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y atender a las víctimas, la mayoría mujeres.
Para ello su presidente, Carlos Carnicer, ha enviado una circular a los 83 decanos de colegios de abogados sobre una de "las más graves vulneraciones" de los derechos fundamentales de las personas.
La Abogacía de hace eco de un informe del Defensor del Pueblo ("La trata de seres humanos en España: víctimas invisibles"), que alerta de que las víctimas podrían ser reticentes a denunciar los hechos por miedo de sufrir represalias ellas o sus familiares, presiones de los explotadores, imposibilidad de pagar la deuda con éstos o quienes las trajeron a España o desconfianza hacia la policía.
La carta recuerda una serie de documentos, guías, normas y legislación nacionales e internacionales que puedan ayudar a los abogados a detectar y tratar a las víctimas adecuadamente.
También pide evitar que prime la condición de inmigrante en situación irregular de las víctimas, pues esto suele dificultar su colaboración y correcta identificación como tales,.
La esclavitud hoy en día no sólo no ha desaparecido, sino que tiene contornos sinuosos de falta de libertad para actuar, sobre todo de los menos desfavorecidos, forzados realizar lo que no quieren, según ha dicho el presidente del CGAE, Carlos Carnicer, en la inauguración de la jornada "Víctimas de trata con fines de explotación en España: la legalidad en el cuarto oscuro".
La Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha insistido en la dificultad de diagnosticar los casos y en que se quedan "muy cortos" los 30 días de la legislación para que las supuestas víctimas decidan si colaboran o no con la justicia para denunciar su caso, así que ha pedido mejoras legislativas para perseguir el delito y ayudar a las víctimas.
Ha reclamado mayor y mejor formación y especialización de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y más mujeres entre los efectivos policiales que se ocupan de esta cuestión, no por feminismo, sino porque esto puede tranquilizar a las víctimas, además de un plan de persecución de la trata del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad "que no acaba de salir".
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