La "Age Company" une vejez y creatividad en una original danza contemporánea

  • Wanda Rudich.

Wanda Rudich.

Viena, 29 abr.- Un grupo de aficionadas de entre 50 y 70 años bailan el envejecimiento que están viviendo y, bajo la dirección de la coreógrafa suiza Nicole Berndt-Caccivio (1963), lo convierten en una creativa danza contemporánea que ha entusiasmado al público vienés.

"Atención: fecha de vencimiento" es el título de la obra presentada por "Age Company", que solo tres años después de su fundación ha logrado llenar el auditorio del moderno Palais Kabelwerk de Viena, con las entradas agotadas por adelantado para los únicos tres días de actuación.

"Detenerse, caminar, acelerar, correr, frenar, esperar... cuánto tiempo me queda, que trozo de vida quiero aún probar?", ha sido el lema de inspiración de las trece integrantes de la compañía, de una edad media de 65 años, y otras tres más jóvenes, invitadas especiales.

"Esta obra se creó en veinte días, con un trabajo casi profesional", destacó a Efe Berndt-Caccivio, la única profesional del elenco, visiblemente contenta con el resultado obtenido, ya que es consciente del riesgo que conlleva crear una coreografía con aficionados de edad, pues "puede salir mal".

Pero los cincuenta minutos de la "Fecha de Vencimiento" convencieron a un público habituado a ver danza moderna.

"Antes de venir, temía que pudiera ser penoso o aburrido, pero nada de eso, fue muy interesante!", dijo a Efe Dorothea, una de las espectadoras.

Y agregó: "cuando veo un grupo profesional, todos con sus cuerpos entrenados, me fijo en que una es rubia, el otro moreno, hay una china, etc. Aquí me percaté por primera vez de cuánto puede diferenciarse un cuerpo de otro, de que cada cuerpo parece llevar consigo la historia individual de toda una vida".

Pero las vidas de estas bailarinas aficionadas aún continúa, y eso es precisamente lo que quiso resaltar la coreógrafa.

"Trabajo mucho con estructuras de improvisación, con temas, y también les doy tareas", explicó a Efe.

Esta vez, debían ocuparse "del tiempo que les queda, y fue muy interesante, porque al principio se centraron en la muerte, y cuando lo vi, les dije: 'No. Es antes de la muerte, la idea es el camino hasta allí', y fue eso lo que desencadenó muchos procesos", añadió.

Muchas afrontan en estos momentos situaciones difíciles, como la perspectiva de inminentes operaciones quirúrgicas, e incluso una de ellas "está muy gravemente enferma", pero tienen todas una enorme energía, resaltó Berndt-Caccivio.

También importante, para la coreógrafa, es haber logrado, en cooperación con el músico Rupert Huber, una "simultaneidad de ligereza y pesadez", y ofrecer "no sólo entretenimiento, sino también autenticidad".

"Hace dos años y medio oí por una amiga del grupo, fui y me quedé. Siempre quise bailar", explicó Helga Jessenig, vienesa de 67 años, y aseguró que, aparte de ir a unas clases de ballet de niña, con 5 o 6 años, nunca antes había danzado.

La "Age Company" fue fundada en 2008 por Ilse Stadler y Nora Aschacher, porque pensaron "que había demasiado poco para personas mayores que quieran expresarse artísticamente y trabajar en un escenario", precisó a Efe Stadler.

El objetivo no es solamente bailar, sino actuar en público con la máxima profesionalidad posible, dentro de los límites que les impone la edad, así como la falta de entrenamiento y de medios.

"Nos encontramos un fin de semana al mes, de viernes a domingo, y antes del estreno ensayamos diez días seguidos", explicó Aschacher.

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