¿La casa maldita? Un edificio de Berlín registra nueve muertes violentas en 15 años

    • Un periódico alemán ha atado cabos sobre varias muertes ocurridas a los vecinos de una misma comunidad de vecinos.
    • Accidentes de tráfico, suicidios... Todos acaecidos a los inquilinos de un edificio a las afueras de Berlín.
El barrio de Gatow en Berlín, al pie del lago Havel.
El barrio de Gatow en Berlín, al pie del lago Havel.
G.R.S.
G.R.S.

Quizá sea mejor no mudarse a este edificio. Los gestores inmobiliarios berlineses lo van a tener complicado para vender una vivienda en el barrio de Gatow, a las afueras de Berlín. El edificio en cuestión ha visto fallecer a nueve de sus inquilinos en quince años.Y siempre en situaciones trágicas: Decapitaciones, suicidios amorosos o accidentes de tráfico son algunos.

El último suceso se produjo a principios de enero. El científico Lorin W. perdió el control de su vehículo cuándo circulaba a 200 km/h. No había nada de extraño. Un accidente más en las carreteras alemanas con un desafortuna final. Sin embargo, el tabloide alemán Bild ató algunos cabos. ¿Su conclusión? La comunidad del lujoso edificio berlinés tiene muy mala suerte.

Hace unos meses, el pasado verano, la policía local tuvo otra llamada de emergencia. En una de las viviendas encontraron los cuerpos sin vida de Kristian, Kathrin y sus dos hijos (de seis y tres años). El consultor financiero asesinó a su familia antes de suicidarse con una bolsa de plástico.

Ya van cinco muertes extrañas, quedan cuatro. El propietario de un burdel que vivía allí por el año 2003, era también amantes de las motos. En un accidente en una carretera cercana, el vecino tuvo un dramático accidente de moto en el que su cabeza fue seccionada del tronco.

La penúltima historia la protagonizaron el periodista británico John D. y su pareja Jörg K. Ambos habían enfermado de Sida, y cuándo su situación fue lo bastante grave, ambos decidieron suicidarse juntos. Una historia de amor pero con un final poco alentador.

El último. Un holandés que vivía allí en el año 2000 también decidió suicidarse en casa. Para hacerlo, precintó todas las puertas y ventanas de la vivienda. Con mucha sangre fría encendió la barbacoa, que poco a poco consumió todo el oxígeno del lugar. Diagnóstico de la muerte: Intoxicación por monóxido de carbono.

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