La chimpancé de la campaña ‘vota a mono como ministro de economía’ sufrió abusos en un circo


La Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (Faada) y la Fundación MONA reclamaron este viernes a la agencia de publicidad BTOB la retirada de la campaña de intriga ‘Vota a Mono como ministro de Economía’ porque este animal sufrió “graves abusos” en un circo.
Ambas entidades señalaron que detrás de esta campaña ‘teaser’ aparentemente inofensiva se esconde el maltrato hacia el animal, de nombre Tiby y propiedad del circo francés Kino’s, que nació en sus instalaciones y fue criado y obligado a vivir dentro de un remolque o en pequeñas jaulas, como han documentado organizaciones locales de protección animal.
Tiby es una hembra de 23 años que, aunque vive en Francia, es subcontratada por diversas empresas de alquiler de animales de España para anuncios y otras producciones, como es el caso del anuncio ‘Astronautas’ de Campofrío, emitido en 2011.
Faada y la Fundación MONA subrayaron que chimpancés y bonobos son especies a proteger incluidas en el Apéndice I de Cites (Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres).
En este sentido, Ian Redmond, coordinador de la Ape Alliance, organización que trabaja para la conservación y el bienestar de los simios, el uso de chimpancés en publicidad puede incluso perpetuar los problemas a los que se enfrentan estos animales en el estado salvaje.
Redmond aseguró que ver a estos animales en televisión, cine o publicidad provoca que al público se le haga difícil darse cuenta de que se trata de especies en peligro de extinción y que parezca que sea aceptable capturar ejemplares jóvenes de la naturaleza para ser utilizados en televisión o incluso mantenidos como animales domésticos.
LA ‘SONRISA’ NO ES DE ALEGRÍA
En el caso de los chimpancés, afirmó que la ‘sonrisa’ de estos animales no expresa alegría y bienestar, sino un estado de pánico, por lo que el protagonista de la campaña no es un animal feliz, sino aterrorizado.
La primatóloga Jane Goodall, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 2003, se opone a la utilización de grandes primates porque, según subraya, "el uso de chimpancés y otros grandes primates en publicidad es inapropiado y, a menudo, cruel, ya que requiere que los animales lleven a cabo actuaciones antinaturales día tras día, en un constante estado de sumisión”.
Otros chimpancés utilizados en producciones audiovisuales españolas y que han podido ser recogidos por la Fundación MONA o el Centro de Rescate de Primates Rainfer sufrían daños psicológicos tan profundos tras una vida de privación que años después siguen sufriendo de agorafobia, depresión, claustrofobia e incluso se automutilan.

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