La confederación de centros de enseñanza, satisfecha por la reestructuración de los pagos en especie


El presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), Antonio Rodríguez-Campra, se felicitó este miércoles ante el anuncio de que finalmente los profesores de colegios privados y concertados podrán mantener la gratuidad de la enseñanza para sus hijos en estos centros sin tener que cotizar por ello.
Según explicaron a Servimedia fuentes de Educación, ello ha sido posible tras sus reiteradas peticiones al Ministerio de Empleo, que en diciembre dio luz verde a un nuevo reglamento General sobre Cotizaciones y Liquidación donde se obligaba a cotizar por los pagos en especie con los que muchas empresas completan el sueldo de sus trabajadores, medida que afectaba de forma muy significativa al profesorado en centros privados y concertados.
También el secretario general de la Federación de Enseñanza de la Unión Sindical Obrera, Antonio Amate, calificó la medida de “muy positiva”, ya que lo contrario suponía “un grave riesgo para la continuidad de muchos centros y un grave perjuicio para los trabajadores, que disponen de estos beneficios sociales desde antes incluso de firmarse los primeros convenios”.
A su juicio, incluir “estas mejoras como sueldo por el que hay que cotizar habría supuesto el cierre para muchos colegios que actualmente pasan serias dificultades e implicaría la ruptura inmediata” de todos los convenios alcanzados con los profesores.
Rodríguez-Campra precisó, a su vez, que “no estábamos hablando de pagos en especie, sino de mejoras sociales”, por lo que considera “lógico” que queden excluidas de la cotización.
Los dos aplaudieron la medida, que desde diciembre reclama todo el sector de la enseñanza privada y concertada. No obstante, precisaron que en realidad no se elimina del todo la obligación de cotizar, sino que se impone “la cotización por el coste marginal de dicha enseñanza”.
Según Amate, el cálculo queda en manos de cada centro, con lo que perfectamente puede quedarse “en un coste simbólico”. Era la única forma de hacerlo y de solucionar la situación, ya que el reglamento aprobado en diciembre no dejaba muchas opciones, subrayó Amate.

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