La crisis económica mundial, protagonista del carnaval de Basilea

  • La crisis financiera internacional, los problemas de la zona euro, la apreciación desmesurada del franco suizo y en especial la deuda griega protagonizan este año el carnaval de la ciudad helvética de Basilea, que concluye en la madrugada de este jueves.

Basilea (Suiza), 29 feb.- La crisis financiera internacional, los problemas de la zona euro, la apreciación desmesurada del franco suizo y en especial la deuda griega protagonizan este año el carnaval de la ciudad helvética de Basilea, que concluye en la madrugada de este jueves.

En torno a 12.000 personas desfilan desde el lunes en unos pasacalles carnavalescos en los que carrozas y bandas de música comparten espacio con enormes farolillos que representan -siempre con una ironía crítica- los que han sido los temas del año.

Junto a representaciones de la crisis económica en todas sus dimensiones desfilaron grupos que, unos con reproducciones de iPad sobre sus disfraces y otros con máscaras anti-radiactividad, rendían homenaje al fallecido cofundador de Apple Steve Jobs -aquí caracterizado como "el Señor de las Manzanas"- o recordaban el desastre nuclear de Fukushima, en Japón.

También hubo espacio para las alusiones a la llamada "Primavera Árabe", con algún farol que retrataba a los fallecidos Muamar al Gadafi y Osama Bin Laden; a la supuesta predicción del fin del mundo en el calendario maya en diciembre próximo y a temas ya clásicos en esta celebración, como las críticas a la degradación del medioambiente y a internet.

Visitar Basilea durante estos tres días supone adentrarse en una vorágine de música y color, ya que las melodías de pífanos (pequeñas flautas muy agudas), tambores y las enormes cantidades de confeti en todas sus tonalidades invaden literalmente las calles durante 72 horas.

Junto a toneladas de papel troceado, los 484 grupos que participan en el carnaval también ofrecieron a los espectadores -a veces por el precio de un baño de confeti- caramelos y flores e, incluso, una pequeña variedad de frutas y hortalizas.

Máscaras grotescas inspiradas en payasos, soldados napoleónicos o la cultura rusa inundaron las calles de esta ciudad del norte de Suiza (fronteriza con Francia y Alemania) durante los dos grandes desfiles, en los que los "clique" (comparsas) marcharon al ritmo de melodías que, de cierto modo, recordaban a la época medieval.

Las manifestaciones satíricas se completan con canciones y poemas que cada "clique" recita -la mayoría también distribuye copias de la letra entre el público- por las calles, un pasatiempo sólo apto para aquellos capaces de descifrar el dialecto suizo-alemán que se habla en esta ciudad.

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