La Dehesa de la Villa ya tiene su propio libro

La Dehesa de la Villa ya tiene su libro. Aunque existían cuadernos de carácter histórico, botánico o didáctico sobre esta zona verde, éste es el primer libro específico sobre este singular espacio verde de la capital, que tiene una superficie de unas 70 hectáreas y cuyo origen es natural.

La delegada de Medio Ambiente, Ana Botella, presentó este miércoles el libro "Dehesa de la Villa: Naturaleza en la ciudad", escrito por Emilio Blanco y José Monedero, que refleja todos los usos que ha tenido el parque desde que Alfonso VII donó estos terrenos a la Villa de Madrid en 1152.

Pero, sobre todo, sus autores subrayan que la Dehesa de la Villa forma parte de la identidad de la capital y es "un espacio intensamente vivido por los madrileños".

De bosque de encinas con abundante caza a pastadero de las reses que abastecían a Madrid, pasando por fincas arrendadas y cultivadas, la Dehesa de la Villa es hoy refugio de pinos de 120 años, de más de un centenar de especies herbáceas diferentes y de 40 especies de aves.

Botella destacó que la Dehesa de la Villa es una pieza fundamental del patrimonio verde de la ciudad de Madrid, que recordó que llegó a tener una superficie quince veces mayor y colindante con la Casa de Campo, El Pardo y lo que hoy es la Ciudad Universitaria, para cuya construcción fueron cedidos parte de sus terrenos, informó el Ayuntamiento.

También resaltó la importancia de este parque como espacio para la convivencia, que a lo largo de su historia ha acogido importantes celebraciones, como la festividad del Día Mundial del Trabajo a principios del siglo XX, y donde en la actualidad se celebran los Carnavales y el Entierro de la Sardina, y el pasacalles navideño.

El libro de Castro (doctor en Biología) y Monedero (miembro de la Sociedad Española de Ornitología) recoge los valores culturales, emocionales y humanos de la Dehesa; también las diferentes especies de flora y fauna, incluida la "fauna" humana que habita el parque y que tiene un capítulo especial sobre el "cerro de los locos", un espacio en el que han coincidido naturalistas, jugadores de frontón, aprendices de torero, boxeadores, etcétera.

El libro habla también de los sentimientos, del arraigo que el parque tiene en el corazón de los vecinos. De un lugar desde donde es posible contemplar "uno de los atardeceres más bellos de Madrid", concluyó la delegada de Medio Ambiente.

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